Un banco de golfos

La imputación de la cúpula del anterior Banco de España por parte de la Audiencia Nacional es un caso sin precedentes en nuestra historia que muestra hasta qué punto la politización de la entidad, que se suponía la salvaguarda del sector financiero, descarriló sus fines. Zapatero se negó a reconocer la crisis, mal asesorado tanto por MIguel Sebastian, como por el ex gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Este, además, impuso su doctrina en el Banco de España y negó una tras otras las evidencias de que la crisis era profunda y lesiva. En esa escalada de hechos para tapar la realidad, la ex vicepresidenta, Elena Salgado, ordenó la salida a bolsa de Bankia para que todo pareciera real. Se puso en marcha la maquinaria política y los mails del equipo de inspección de la entidad muestran ahora que todo fue una gran estafa. El peso de la ley debe caer con toda su fuerza de gravedad sobre los anteriores responsables del Banco de España, para que no vuelva a guiarse por consignas políticas y a causar miles de millones de pérdidas que pagamos todos los ciudadanos.

 

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