Bienvenidos al intervencionismo
Se veía venir. Lo que comenzó como una intervención excepcional para dotar de liquidez al sistema bancario puede acabar en una juerga monumental para auxiliar a parados, estudiantes, sectores en extinción o vaya usted a saber qué a costa del sufrido ciudadano. Asumir la mitad del pago de las hipotecas por parte del ICO costará a éste unos 6.000 millones. Pero, ¿quién garantiza que va a recuperar el dinero si los parados siguen en paro dentro de dos años? Estas iniciativas van dirigidas más a postergar un problema, el de la crisis, que a atajar sus raíces. No se puede hacer política económica a salto de mata, es la mejor garantía de que acabemos estrellándonos. ¡Vayan abrochándose los cinturones!