Ordóñez fue el culpable

La gran banca salió ayer en defensa de la labor de supervisión del Banco de España. No hay que confundir, sin embargo, el ejercicio disciplinado y responsable de los inspectores de la institución con la labor de la dirección. El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, culpó al ex gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de la crisis financiera que sufrió España por no meter en vereda a las cajas. Los banqueros son siempre hombres discretos, que no les gusta cargar las culpas contra nadie. Para eso estamos los periodistas. Los banqueros no llevan razón. Ordóñez defendió una y otra vez que la crisis era pasajera, no se atrevió a exigir provisiones a las cajas, pese a que la inspección de la entidad emitía informes demoledores contra ellas. El director general de supervisión, Jerónimo Martínez Tello, obvió los informes de la inspección por presiones políticas. Los todopoderosos presidentes autonómicos se negaban a reconocer los agujeros de las respectivas entidades, con lo que permitieron que la bola de deuda y mora fuera engordando durante meses. Al final, ocurrió lo que ocurrió, preferentistas arruinados, cajas en quiebra y España al borde del abismo. Ahora falta un juez que exija responsabilidades a Ordóñez por el desastre que provocó. Pero en lugar de eso, El Pais, su periódico de cabecera para el que llegó a trabajar durante años, sugería esta semana que probablemente acabe de consejero de un gran banco. Siento vergüenza ajena.

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