Draghi no comprará deuda soberana
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se ha convertido en una especie de mago Merlín, cuyas palabras mágicas cambian el signo de los mercados. La sóla confirmación de que está dispuesto a aplicar medidas no convencionales en junio, modificó ayer el rumbo de los mercados de valores y rebajó la cotización del euro frente a otras divisas, para alivio de las empresas europeas. Ahora queda por ver cual es el siguiente paso, en qué consiste eso de «medidas no convencionales». La mayoría de los expertos se inclina porque comprará deuda privada en el mercado para abaratar los costes de financiación de las empresas o gravará los depósitos de los bancos en el BCE para impulsar el crédito, en lugar de adquirir deuda soberana. Hay que leer entre líneas, como se suele decir. Draghi descartó ayer la deflación y aludió sólo a un periodo de baja inflación seguido de un repunte de los precios. Vamos que descarta una deflación a la japonesa y, por tanto, no creo que tome medidas drásticas no convencionales.