El lío de las autopistas
El problema de las autopistas de peaje que rodean Madrid amenaza con enquistarse, en contra de lo que publican hoy algunos medios. La reunión mantenida ayer para intentar desbloquear el problema no llegó a buen puerto. La banca pone sobre la mesa una quita del 50 por ciento de la deuda, que supongo que podrá incluso negociarse al alza. Pero para que el agujero de las autopistas no compute como déficit público es necesario que el Estado se quede con el cien por cien de la propiedad a un coste razonable, de manera que la Responsabilidad Patrimonial del Estado, la denominada RPA o el coste de asunción de estos activos, pueda financiarse en un futuro con el ingreso por el peaje. El problema está que para sea posible que el Estado se quede con un negocio sin déficit, las autopistas tienen que renunciar a la propiedad íntegramente y a eso no están dispuestas. Prefieren pasar antes por la liquidación, lo que dilataría el proceso y obligaría al Gobierno a asumir 3.500 millones de los dichosos RPA más otros 1.200 millones por el pago de las expropiaciones. En suma, 4.700 millones más de déficit, que dispararía este a alrededor del 10 por ciento. Espero que se haya entendido. Pero en resumidas cuentas, que estamos de nuevo en la casilla de salida. Las autopistas de peaje en concurso y amenazando con entrar en quiebra y con obligar al Estado a que materialice ese ingente déficit. Me consta el esfuerzo de Fomento, con la ministra, Ana Pastor, personalmente en cabeza, para hallar una solución. Hay que seguir dándole vueltas al sudoku.