Unánime adiós a un gran político

Pocas veces el fallecimiento de una persona ha despertado un sentimiento de condolencia tan unánime, desde la derecha a la izquierda, desde la clase política a la económica. Como dijo Rajoy, los españoles le debemos mucho a Adolfo Suárez, la prosperidad que vino después de la transición hubiera sido imposible sin su labor. Suárez será recordado como un gran hombre de Estado, pero su tarea no siempre fue comprendida por los que le rodeaban. Tuvo enfrente al Ejército, que lo consideraba un traidor; a la gran banca y al mundo económico, que criticó ferozmente su política; a los socialistas, que ejercieron una dura oposición para hundirlo; y a su propia fuerza política,que lo abandonó. «Me he quedado sólo», dijo tras deshacerse UCD. Y es que hasta el Rey, que le eligió con gran pericia para pilotar el cambio político, le abandonó al final. No me extraña que su vida se haya agotado tan pronto.

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