Los bonos argentinos de Repsol

Un refrán castellano dice que bien está lo que bien termina. El acuerdo alcanzado ayer en Argentina entre el presidente de la Caixa, Isidro Fainé; el de Pemex, Emilio Lozoya; varios directivos de Repsol; el ministro de Industria español, José Manuel Soria y los representantes de YPF debería servir para poner fin a la pesadilla de la expropiación de la petrolera y abrir una nueva etapa de relaciones entre los dos países. El problema está en asegurar el cobro de los 5.000 millones en bonos argentinos, que tienen la categoría de basura y que cotizan con enormes descuentos en los mercados secundarios. El consejo de la petrolera tendrá que exigir garantías o algún tipo de aval adicional para asegurarse de que los accionistas de Repsol  obtienenlo prometido. Cabe recordar que su presidente, Antonio Brufau, prometió retornar este dinero a los accionistas en forma de dividendos. Por lo demás, el pacto debería servir para dar estabilidad al accionariado de la compañía.

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