Una jugada maestra

Quizá sea una casualidad o quizá no. Pero el momento para presentar el acuerdo de fusión entre Abertis y Autostrade no podía ser mejor. El viernes, se conoce el varapalo del Supremo sobre la opa de Gas Natural a Endesa. Una noticia que, lógicamente, ha descorazonado a los directivos de la Caixa. Y ese mismo día, se anuncia la fusión de estas dos empresas para crear el líder mundial de autospistas, de la mano del grupo la Caixa. Pero es que hay más. La operación de Gas Natural lleva el sello Toni Brufau y la de Abertis, el de Isidro Fainé. Los dos antiguos directores generales de la Caixa. Quien quiera entender que entienda. Pero uno aparece como el hombre discreto, que presenta operaciones redondas, y el otro como el ¿fracasado?. No sé si es la palabra, creo que no se la merece Brufau. Pero, desde luego, hay está queriendo lanzar este mensaje. Y si no, ya verán como el tiempo pone a cada uno en su lugar. 

2 comentarios en “Una jugada maestra”

  1. JOSE A. dice:

    Es perfecto que nos adentremos en el analísis. Pero quizás es un simple movimiento táctico de Fornesa. Estoy de acuerdo que después del «golpetazo» recibido con el affair Endesa, La Caixa necesitaba un golpe de efecto urgentemente…. pero quizás solamente para contentar a la clase dirigente catalana.

  2. swaption dice:

    Para que necesita un golpe tactico? Eso se consigue con los resultados de La Caixa, simplemente hay operaciones que se pueden hacer de forma amistosa y otras que no.
    Un saludo,

Deja tu comentario

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.