¿Los presupuestos de la recuperación?

Las grandes líneas de los presupuestos para el próximo año recogen unas previsiones sensatas. En algunos casos, incluso modestas, como es el caso del PIB que estima en el 0,7 por ciento, cuando muchos miembros del Gobierno elevan al 1,2 por ciento esta cifra. La previsión más cuestionable es, como siempre, la del déficit. Con un incremento del techo de gasto del 2,7 por ciento y la promesa de no hacer más ajustes y tampoco de subir  los impuestos, el cumplimiento del déficit sólo se conseguirá si la economía marcha mejor, como prevé el Gobierno. La experiencia de los últimos años muestra que las revueltas árabes complicaron las primaveras o el napalm sirio, a punto estuvo de revolvernos el otoño. Ahora es Berlusconi quien pone en jaque a Italia y a la Unión Europea, pero otro día puede ser Artur Mas. Eso por no mencionar que ni autonomías ni Estado cumplen el déficit en lo que va de año. Vamos a ver qué pasa.

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