Slim

El mexicano Carlos Slim, una de las primeras fortunas del mundo, es el principal rival de las grandes aventuras emprendidas por las empresas españolas. Cuando Repsol renegó de las condiciones ofrecidas por la argentina YPF para firmar el armisticio, se encontró con Slim, que presionaba para un acuerdo que favorecía su inversión en la petrolera argentina. Y ahora el conflicto es con Telefónica. Slim, que había tomado una participación en KPN, se niega a que esta ceda la mayoría de su filial alemana a Telefónica. La rivalidad con la empresa de César Alierta viene de lejos. América Móvil, su empresa matriz, atesora una cuota parecida a Telefónica en el Cono Sur. El problema es que el presidente mexicano ha roto el monopolio de Slim y éste tiene que comenzar a buscarse la vida para arrebatar cuota en otros mercados. En Argentina parece que ha hecho buenas migas con Kirchner, que ha comenzado ya a exigir mayores inversiones a Telefónica para mantener su presencia, y en Europa no quiere perderse la mayor parte del pastel. La batalla está servida. Slim es una muestra del despertar de América Latina, que está comenzando a generar sus propios gigantes económicos.

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