Soraya no convence

A falta de las explicaciones que dé mañana Mariano Rajoy, las explicacines de Soraya me han dejado frío. La vicepresidenta, una de las personas del Gobierno fuera de sospecha, insistió en separar la responsabilidad de éste de la de su fuerza política, el Partido Popular, en el caso de los sobresueldos en B. Una separación inexistente, desde el momento en que Rajoy preside a la vez el PP y el Gobierno y es uno de los presuntos receptores de dinero negro. El Gobierno debería haber pedido ya que Bárcenas vaya a la cárcel, abierto una investigación a fondo de sus cuentas y promover una reforma de los partidos políticos para intentar que el ciudadano recupere la confianza en ellos. Todas estas tardanzas se van a traducir en un fuerte descrédito del PP y en que en las próximas elecciones se busquen nuevas cabeceras políticas a quién votar, como pasó tras la caída del franquismo. Lo peor puede ser la desconfianza de los inversores extranjeros en nuestra economía.

Los comentarios están cerrados.