Residencia inmobiliaria
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, desveló en el Ágora de elEconomista, celebrada esta mañana, que el Gobierno estudia conceder la residencia a los ciudadanos extranjeros que adquieran inmuebles por un valor superior a los 160.000 euros. El anuncio provocó una polvareda de críticas, porque parece que se abre la puerta a que cualquier delincuente pueda obtener la residencia española. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La propuesta, que parte de los promotores inmobiliarios, está siendo debatida por un comité integrado por cinco ministerios, entre los que se encuentra el de Interior. Naturalmente, la obtención de la residencia no es automática, sino que requiere cumplir los requisitos legales exigidos a cualquier ciudadano, sobre su honorabilidad. ¿Por qué se hace? Porque existen ciudadanos, principalmente chinos, rusos y americanos, que precisan pedir una visa cada vez que viajan a nuestro país. Con este título de residencia evitan el trámite burocrático y ello facilita que puedan estar interesados en su adquisición. Existe, además, un factor adicional a favor. Países como Portugal o Irlanda, con problemas tambien de stock inmobiliario, adoptaron medidas similares, lo que nos deja en una clara desventaja. ¿Porqué 160.000 euros y no otra cantidad? Precisamente, para reducir el número de posibles peticiones, de forma que no sean masivas. Con premisas y con precaución, a priori se trata de una iniciativa que es necesaria en estos momentos para aliviar las ventas de viviendas.