Rajoy se equivoca

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se salió del guión establecido. Prometió a Mas revisar la financiación de Cataluña a finales del año que viene, cuando se supone que la crisis comenzará a aflojar y se mantuvo firme en exigir el respeto de los cauces recogidos en la Constitución y, por tanto, en contra del Pacto Fiscal. Sin embargo, el Estado autonómico hace aguas por todas partes. Hay comunidades autónomas que están deseando devolver competencias y otras que no deberían ni existir. Es el momento de abordar con valentía una reorganización de las administraciones públicas, aunque ello exija un cambio de la Constitución. Aplazar la resolución de los problemas nos conducirá a que estos se agraven antes de encontrar una solución. Rajoy debería de reunir al resto de autonomías y proponer cambios radicales en su modo de relación con el Estado antes de dar el no a Mas. También debe promover un pacto político sobre este asunto para dar una solución a las múltiples demandas. Sólo después de estas consultas debería responder a la petición de pacto fiscal trasladada por Mas. Ahora tendrá que asumir él sólo todo el desgaste que provoque la reinvindicación catalana, aunque al final no consiga nada. Se ha abierto un nuevo frente que conducirá a un agravamiento de la crisis económica y acarreará una mayor desconfianza internacional.

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