Una fuerte caída en los precios de la energía ayudó a bajar el índice general de precios al consumidor de Estados Unidos en septiembre en un inesperado 0,5 por ciento, aunque los precios subyacentes siguieron subiendo, subrayando las preocupaciones sobre la inflación. El Departamento de Trabajo dijo que su índice subyacente de precios al consumidor, una medida de inflación que excluye los costos de alimentos y energía, subió un 0,2 por ciento en septiembre, en línea con las previsiones de los economistas de Wall Street. También igualó los avances en los precios subyacentes en agosto y julio. En los precios generales, la caída del 0,5 por ciento fue mayor que la baja del 0,3 por ciento que habían previsto los economistas y siguió a un alza del 0,2 por ciento en agosto. Fue la primera baja desde diciembre pasado en los precios y la mayor desde noviembre, cuando los precios estructurales cayeron un 0,7 por ciento.