Mientras en España crece la expectación ante la aprobación de los primeros hedge funds bajo la nueva normativa de fondos, que se espera para fin de año, en EEUU empiezan a estar escamados con la enorme popularidad de estos productos. La gota que ha colmado el vaso es el anuncio de un comentarista de TV llamado Ron Insana de que va a lanzar un hedge fund.
"Cuando una estrella de la televisión entra en el negocio de los hedge funds, probablemente es el momento de que todos los demás nos salgamos", opina David Weidner, del portal financiero MarketWatch. Puntualiza que no se trata de hacer de menos a Insana, pero que cuando la gente abandona sus profesiones detrás del dinero fácil de los hedge funds, es que estamos en tiempos de exuberancia irracional.
A su juicio, los signos están por todas partes y los días de gloria de estos fondos han terminado. Eso no significa que la industria vaya a desaparecer, pero sí que se van a terminar los días de proliferación masiva de productos y de la noción de que existe una veta inagotable de rentabilidad. Eso ya se dijo con la burbuja de Internet y ya saben cómo terminó.
Como ejemplos, Weidner cita algunos casos recientes de grandes pérdidas en esta industria, como el de Amaranth o el de la gestora española Vega, que ahora se traducen en fuertes reembolsos. Otras alarmas son el exceso de apalancamiento que usan estos gestores y el apetito de los fondos de pensiones para entrar en ellos, a juicio de la gurú de Wall Street Muriel Siebert. Este apalancamiento se debe a la presión para alcanzar las expectativas de rentabilidad que han puesto en ellos los miles de inversores que han entrado en los últimos años.
Las pérdidas han llevado al cierre de más de 1.000 fondos en los últimos años. La mayoría fueron fundados por traders que dejaron las grandes firmas para montar su propia gestora en busca del dinero fácil. Pero resultó más difícil de lo que parecía y muchos no alcanzaron las comisiones mínimas para ser rentables. De hecho, algunos nombres muy conocidos ya han vuelto a sus antiguos bancos.
La última señal de la crisis que parece avecinarse es el aumento de la liquidez de los inversores. No sólo los inversores de elevado patrimonio se están saliendo de los hedge funds atraídos por la nueva moda -el capital riesgo-, sino que las instituciones, que fueron las que alimentaron el boom, han dado un paso atrás tras lo de Amaranth.
Steven Cohen, uno de los mayores gestores de estos productos y fundador de SAC Capital, asegura que el sector de los hedge funds será arrasado por una corrección del mercado; precisamente, la descorrelación con el mercado y la protección contra las correcciones son los principales reclamos de la nueva generación de estos productos. En efecto, si el mercado baja se podrá distinguir el grano de la paja en el negocio (cuando la bolsa sube, todo el mundo gana). En todo caso, Cohen vaticina el fin definitivo de las rentabilidades de dos dígitos.