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Recomiendo comprar para la cartera agresiva EDREAMS, pero también podría ser válida la entrada para una cartera más tendencial.

La encrucijada del petróleo: ¿será esta la bajada buena o todo ha sido un espejismo?

Ainhoa Giménez, Bolságora
4/10/2006 - 23:56

El petróleo vuelve a salir en los telediarios, aunque esta vez por el motivo opuesto al de hace tres meses: su caída desde máximos históricos se acelera, el barril pierde los 60 dólares, se sitúa en su nivel más bajo en 14 meses… A pesar de la euforia generalizada, la tendencia alcista del crudo puede no haber terminado todavía.

Y como eso coincide con los máximos históricos de las bolsas, ya tenemos la relación fácil: las bolsas suben gracias a la caída del petróleo.

Aparte de la absoluta falacia de esta relación determinista -la bolsa y el petróleo llevan subiendo de la mano más de dos años-, sí hay cierta enjundia detrás de la situación actual. La teoría es que un petróleo más bajo frenará la desaceleración económica y evitará la recesión, ya que los consumidores tendrán más dinero para gastar y eso contrarrestará el estancamiento del mercado inmobiliario. Además, reducirá las presiones inflacionistas y permitirá que la Fed no tenga que volver a subir los tipos.

Es decir, el escenario de aterrizaje suave que, a decir de muchos, está detrás de los máximos de Wall Street.

Este escenario no está exento de dudas, la más importante de las cuales podríamos definir como "el huevo y la gallina": cuando el petróleo y la bolsa subían juntos, lo hacían porque detrás había un fortísimo crecimiento mundial que alimentaba tanto la demanda de crudo como los beneficios empresariales; por tanto, la caída actual del barril puede señalar un debilitamiento de la economía que se trasladará a las empresas y a la bolsa. ¿El petróleo es la causa o la consecuencia del escenario económico? Ésa es la gran pregunta.

¿Por qué ha bajado el petróleo?

De momento, el consenso se inclina porque es la causa, es decir, porque detrás de la caída del petróleo no hay una ralentización excesiva de la economía mundial, sino otros factores: las elevadas reservas en EEUU (hoy se espera un nuevo récord), el descubrimiento de nuevos yacimientos, la reanudación de la producción en otros como el de BP en Alaska, el buen tiempo, la aparente reducción del riesgo geopolítico y la ausencia de huracanes. No obstante, todos estos factores son de oferta y la tendencia alcista que llevó al barril a 78 dólares en julio no tenía detrás un shock de oferta como los de los años 70, sino de demanda.

En todo caso, aunque sea una cuestión de oferta, también es posible que la situación idílica actual termine abruptamente también por ese lado. Phil Flynn, analista de Alaron, cree que la OPEP está preparada para acometer su primer recorte de producción para frenar el descenso de los precios. Países como Venezuela y Nigeria ya se han manifestado a favor de esta medida y el propio presidente del cártel ha admitido que hay "conversaciones" sobre el tema.

El Financial Times señala que los países productores se han embarcado en grandes inversiones que sólo pueden financiarse si el petróleo sigue caro, así que no pueden permitirse una caída excesiva. Y Flynn cree que, como mínimo, va a amenazar con recortes de producción, unas amenazas que pueden mantener el precio por encima de 60 hasta que llegue el repunte estacional de la demanda en invierno: "La OPEP ha sido mucho más eficaz evitando que los precios bajen que impidiendo su subida. La última vez que la OPEP amenazó con recortes, en 2004, estableció un suelo que nunca ha sido violado. ¿Tendrá el mismo éxito en los 60 dólares?"