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Cómo sacar petróleo a la subida del barril

P. Calvo/I: Gil/J. Gómez
21/04/2006 - 18:33

Aunque asusta, la evolución del crudo también ofrece oportunidades de inversión.

Como ya sucedió en 1980, las tensiones geopolíticas que inspira Irán están disparando el precio del petróleo, que ayer llegó a superar los 72 dólares por barril. Ante la posibilidad de que el crudo siga subiendo, no conviene descartarlo como una alternativa de inversión interesante.

Al hablar de petróleo, cualquier tiempo pasado no fue mejor, sino peor. Mucho peor de hecho. Hablar del oro negro y de la escalada de sus precios trae a la memoria la cruda realidad de los años setenta del pasado siglo. En 1973, la Guerra del YomKippur desencadenó la primera crisis del petróleo; y seis años después la caída del Sha de Persia y la guerra entre Irán e Irak causaron la segunda.

Durante ese decenio, el precio del petróleo se multiplicó por casi 20 veces y rozó los 40 dólares en 1980, un precio que, una vez ajustada la inflación, rondaría los 100 dólares. Esta escalada tuvo un impacto directo en la economía mundial. No en vano, provocó la aparición de un fenómeno curioso como la estanflación, una anomalía que combina una elevada inflación con un estancamiento económico, cuando lo normal es que los precios no repunten cuando la economía no marcha.

La crisis fue tan profunda que en un país como Estados Unidos la inflación llegó hasta el 14,8 por ciento, lo que obligó a elevar los tipos de interés hasta el 20 por ciento para atajar el problema.

La magnitud de los problemas atravesados en esos momentos motiva
que aún sea pronto para comparar ambas épocas. Los llamamientos
a la prudencia son más que justificados por el incremento constante
de los precios. Sin ir más lejos, el barril Brent, de referencia en
Europa, perforó ayer la barrera de los 72 dólares por primera vez en
su historia y ya sube un 22 por ciento en lo que va de año.

Otra forma de verlo
Sin embargo, aún se encuentra lejos de las cotizaciones vistas hace
veintiséis años, si se tiene en cuenta la inflación.Y, además, la economía mundial sigue exhibiendo una salud envidiable, ya que está previsto
que este año crezca aún en torno al 3,5 por ciento pese al empuje
del crudo.

Mientras las condiciones no empeoren mucho más –algo que puede ocurrir si Irán no abandona sus programas de política nuclear y la ONU le impone
sanciones por ello–, para los inversores que tengan un pulso más templado el encarecimiento del petróleo también puede ser visto de
otra manera; en concreto, como una oportunidad de inversión.

“Dados los precios actuales, las firmas de análisis podrían modificar sus
previsiones de precios del petróleo para este año desde los 50-55 dólares por barril anteriores hasta otra horquilla que se mueva entre los 60 y los 65 dólares. Y esto beneficiará a las acciones de las compañías petroleras”, reconoce un analista del sector.

Más aún si se tienen en cuenta que hay empresas cuya rentabilidad por dividendo supera el 3 por ciento, algo que incrementa su atractivo bursátil. Y si los títulos de estas compañías suben, los fondos de energía, que destinan parte de su patrimonio a invertir en petróleo –y también en electricidad, gas o agua–, podrían seguir sus mismos pasos.

El crudo, motor de los fondos energéticos
El petróleo fue el gran aliado de los inversores con el estallido de la burbuja tecnológica en el año 2000. Y lo vuelve a ser ahora, pero por razones bien distintas. En aquel momento, el desplome de los valores tecnológicos llevó a los partícipes a invertir en fondos con carteras defensivas, es decir, con valores que sirven de refugio en momentos de tensiones económicas. Ahora, el fuerte repunte del precio del petróleo, por encima de los 72 euros por barril, ha convertido a los fondos que invierten en este oro negro en los niños bonitos del sector. En lo que llevamos de año, los 28 fondos energéticos que se comercializan en España ganan una media del 10,22 por ciento, frente al 7,6 por ciento que suben los fondos de renta variable desde enero.

Pero con este escenario, ¿le queda recorrido al alza a este tipo de fondos? Craig Pennington, gestor de la cartera energética de Schroders, asegura que este sector sigue siendo atractivo, "ya que las valoraciones son poco exigentes". Esta situación puede provocar un aumento de la oferta de fondos energéticos, ya que, además, cada vez más gestores e inversores se están quitando el miedo a los productos sectoriales, que cayeron en desgracia hace seis años. Y de la oferta disponible en España, y en la que sólo figuran tres fondos nacionales, el producto que más beneficio está sacando de la subida del petróleo es el Merrill Lynch New Energy, que repunta el 65,28 por ciento en el último año, gracias a su apuesta por energías alternativas al crudo..

Chollos en bolsa... si el precio se mantiene
La subida del precio del petróleo en el último año, en el que el crudo ha subido de 48 a 72 dólares, no ha pasado desapercibida en bolsa. La treintena de petroleras que más valen en el parqué han subido de media un 80 por ciento en el último año.

El escenario es óptimo para un sector que va a lograr en 2006 un beneficio récord. Se espera que el resultado de las grandes firmas del sector, aquellas que tienen un valor superior a 25.000 millones de euros, alcance los 250.000 millones de euros, un 13 por ciento más que el pasado año. Esta fuerte mejora de la previsión de beneficio provoca que las petroleras coticen con un PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) bajo. La media del sector lo hace a 12,5 veces, dos puntos y medio menos que el multiplicador de resultados al que cotiza el S&P 500.

Pero es que hay firmas que a tenor de sus multiplicadores bursátiles son auténticas gangas. Éste es el caso de la brasileña Petrobras; las estadounidenses Chevron y Conoco; incluso la española Repsol, penalizada por la pérdida de reservas. Si se compran en los precios actuales, la inversión se recuperaría con el beneficio de menos de ocho años y medio como máximo. Sólo hay un pero a esta previsión, que los precios medios del petróleo puedan descender en el futuro. Entonces, los peres actuales pueden inducir a tomar decisiones de inversión equivocadas. Aunque todo apunta a que la escalada del precio del petróleo no tiene freno, y si los precios actuales son sostenibles en el tiempo, las petroleras ganarán mucho dinero.