En vísperas del discurso de Bernanke en el simposio de los Bancos Centrales en Jackson Hole, el tema sigue siendo un campo de batalla para los economistas y hay previsiones para todos los gustos.
En vísperas del discurso de Bernanke en el simposio de los Bancos Centrales en Jackson Hole, reina un completo desacuerdo sobre el camino que puede seguir la Fed en los próximos meses. Los analistas se pueden dividir en tres grupos: los tranquilos, los pesimistas y los agresivos. Cada grupo tiene su propia percepción del entorno económico, con implicaciones diferentes para los mercados.
- Empezamos por los tranquilos. Ignoran el ruido del mercado y se mantienen fieles a un escenario de aterrizaje suave, el 'soft landing', de la economía. Son moderadamente optimistas sobre el crecimiento y están convencidos de que la inflación subyacente ha tocado techo entre 2,5% y 3%. Algunos confían bastante en Bernanke y todos piensan que la Fed no tenga que subir más, o mucho más, los tipos. Por tanto, apuestan por un techo, a lo mejor tras una última subida de 25 puntos básicos. No les importa mucho a esta altura de la 'película'. No esperan una caída rápida de los tipos, salvo si el petróleo diera una buena sorpresa antes de finales de año. Es un escenario ponderado y muy extendido entre los economistas europeos y a lo que también se acercan Morgan Stanley y Lehman Brothers. No es forzosamente negativa para Wall Street siempre y cuando el mercado se convenza de que la inflación ha tocado techo. La renta fija parece más vulnerable dado el exceso de optimismo de los inversores en los últimos días.
- Esta semana hemos escrito sobre los pesimistas, bien representados por Goldman Sachs. Son mayoría en Estados Unidos y comparten tres argumentos: la inflación ya no es un problema estructural, el riesgo de una recesión aumenta rápidamente y Bernanke bajará los tipos con rapidez y agresividad para evitarla. Los Fedfunds tendrían margen para caer hasta el 4% en 2007. Es un escenario problemático para Wall Street en el corto plazo pero alcista una vez se haya digerido la anticipación de la recesión y una vez el mercado haya anticipado seriamente una baja de los tipos. No es imposible que la renta variable termine 2006 al alza después de un tiempo de inestabilidad. Es también un escenario alcista para los bonos.
- En cuanto a los agresivos, se les puede comparar a los halcones de la Fed como Michael Moskow. Se niegan a tirar la toalla sobre la inflación y consideran un error analizar la probabilidad de una recesión desde el sector inmobiliario. El momento económico y la liquidez se mantienen lo bastante fuerte como parar impedirle el paso a la caída de la inflación, lo que tarde o temprano le planteará un problema a la Reserva federal. Sea para contrarrestar los malos datos de inflación o para salvar su credibilidad, Ben Bernanke tendrá que subir los tipos al menos dos o tres veces. Un nivel del 6% a principios de 2007 no parece excesivo para los más agresivos de ellos. No descartan la idea de una recesión pero se produciría por culpa de la Fed: Bernanke subirá los tipos demasiado y demasiado tarde al haber diferido las decisiones difíciles.
Se trata de un escenario poco extendido entre los grandes brokers americanos, quizás por su agresividad y su impacto negativo sobre los inversores. Tiene el inconveniente de prolongar varios meses las incertidumbres actuales y no es compatible con los niveles alcanzados por los bonos. Malo para Wall Street y malo para la renta fija.