Wall Street resuelve con subidas la 'media sesión' previa al puente del 4 de julio

EEUU celebrará hoy el Día de la Independencia. Los norteamericanos tienen una forma muy curiosa de hacer puente: cuando la fiesta cae en martes como la de hoy (4 de julio), el lunes Wall Street abre sólo media sesión.

Para eso, podían no abrir, pero les da vergüenza estar cuatro días sin trabajar (si BME gestionara Wall Street, el 4 de julio no sería fiesta, directamente).

El caso es que estas medias sesiones no suelen servir para nada: con el grueso de los inversores de puente, el volumen es ínfimo y los movimientos, mínimos. Pero no ayer. Los alcistas demostraron de nuevo que han retomado el control del mercado y prolongaron el espectacular arranque del jueves, interrumpido por la pausa del viernes.

Así, en sólo media sesión, el Dow Jones se anotó el 0,7%, el S&P 500 logró el 0,79% y el Nasdaq avanzó el 0,84%. La ruptura de las resistencias de la semana pasada parece más fiable que la perforación de soportes de mediados de junio, al menos de momento.

Aparte de sobreponerse a la festividad, los índices superaron varias noticias económicas negativas: el ISM industrial y el gasto en construcción cayeron cuando se esperaba una subida de ambos indicadores. El mercado se quedó con la lectura positiva de que los tipos no van a subir más, pero ignoró la que era su gran preocupación hasta hace una semana: una posible desaceleración brusca de la economía provocada por unas alzas de tipos que han podido ir ya demasiado lejos.

Tampoco impidieron las subidas unas ventas de junio en Wal-Mart que crecieron la mitad de lo que había pronosticado la empresa. Más positivo fue el influjo de Alcoa, que se disparó el 2,3% ante las especulaciones sobre una OPA.

En el resto de mercados, las materias primas cerraron (estos mercados sí hicieron puente sin vergüenza). La deuda retomó sus caídas en precio tras el reciente rebote, con lo que la rentabilidad –que se mueve al revés– subió al 5,15% en el bono a 10 años. El dólar subió contra el yen pero volvió a bajar frente al euro, que escaló hasta los 1,2790 dólares.