Las cosas se están poniendo verdaderamente feas en Wall Street. Las actas de la Fed con su mensaje desconcertante -la economía está muy débil y a los mejor sí bajamos los tipos en diciembre- dieron una tregua al mercado el martes, pero ayer volvieron las caídas con toda su violencia. El Dow Jones pierde otro 1,6% y el S&P 500 cae a su soporte crítico.
El escenario no hace sino empeorar y, con la que está cayendo, a ver quién es el guapo que se queda invertido en vísperas del puente de Acción de Gracias (hoy cierra Wall Street y mañana abre media sesión).
El resultado fue un nuevo castigo que se agravó en la última hora de negociación. Finalmente, el Dow Jones perdió el 1,62% y, nuevamente, los 13.000 puntos. El S&P 500 cerró justo en su importante soporte de 1.415 (1.416 para ser exactos) con una caída del 1,59%. Algo mejor le fue al Nasdaq, que cedió el 1,33%.
Los golpes volvieron a concentrarse en el sector financiero, después del hundimiento del 28% de Freddie Mac el martes. Ayer esta firma hipotecaria cayó otro 3,8%, y arrastró a AIG (-5,7%), American Express (-4,7%) o JP Morgan (-2,3%).
Tampoco ayudó un dato de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan que bajó más de lo esperado, hasta mínimos de dos años. Y el indicador adelantado alertó de una mayor ralentización en el futuro, con una caída del 0,5% en octubre.
Malas noticias también en otros mercados. El petróleo rozó los 100 dólares (99,29 para ser exactos), pero recortó al cierre hasta 98,03. El dólar también marcó un mínimo histórico en 1,4819 unidades por euro. El único mercado que atrajo el dinero fue el de deuda, donde los bonos a 10 años bajaron del 4% en rentabilidad, antes de cerrar en el 4,01%.