La fase bajista que define la cotización de Gamesa a lo largo de las últimas semanas ha desandado gran parte del fuerte avance alcista previo y todo sin que la cotización haya formado ninguna pauta de giro bajista que ponga en duda el proceso de reestructuración alcista iniciado por el valor meses atrás.
Que no haya aparecido ninguna figura de vuelta bajista ha impedido que pudiéramos reaccionar y hayamos asumido con naturalidad la corrección de estas últimas semanas, sin perjuicio de que ésta se haya ido de madre totalmente y tengamos que reconocer que no esperábamos que fuera tan intensa. Como se suele decir, después de vistos todos listos.
En plazos cortos lo que más nos llama la atención, y nos podría dar una excusa desde el punto de vista técnico para decidir cerrar en un próximo rebote, es que en la fase de caídas desde los máximos del año se pueden contar cinco claras ondas. Esto confiere al actual proceso bajista un carácter de impulsividad y podría estar advirtiéndonos de que tras un eventual rebote, que la sobreventa exige y pide a gritos tras cinco ondas, las caídas podrían retomarse y, cuando menos, provocarían la pérdida del origen de este hipotético rebote que en breve favorecemos que debería formarse, en lo que sería un proceso correctivo más amplio y complejo.