Los americanos firmaron más contratos de forma inesperada para la compra de vivienda de segunda mano en junio, un signo de que el mercado puede comenzar a estabilizarse. Éstos repuntaron un 5%, la mayor subida en tres años, según la NAR. Eso sí, las ventas pendientes de vivienda están un 8,6% por debajo de la cifra registrada en 2006.