No todo fue buena noticia para Telefónica el último viernes. Standard & Poor’s, la agencia de calificación de riesgos, ha cambiado “vigilancia negativa” la perspectiva de la operadora con el objetivo de reflejar “la agresiva política de dividendo de la compañía”. El rating de Telefónica está ahora en BBB+, un nivel fuertemente rebajado ya por las adquisiciones realizadas. La empresa se ha comprometido a mejorarlo. Los golpes de efecto no funcionan con Standard & Poor’s, una agencia que siempre toma sus decisiones después de analizar la realpolitik de las empresas.