Ayer, en la junta general de accionistas que celebró la empresa, los responsables de la sociedad que gestiona la Bolsa de Fráncfort defendieron la calidad de la oferta que lanzaron el martes por Euronext, que dirige las bolsas de París, Ámsterdam, Bruselas y Lisboa. "Deutsche Boerse cree que ha hecho todo lo posible para convencer a los gestores de Euronext del potencial de la fusión entre ambas y de la calidad de nuestra oferta", aseguró Reto Francioni, consejero delegado de la compañía germana. Más aún, no se rasgó las vestiduras a la hora de afirmar que "una combinación entre Deutsche Boerse y Euronext ofrece la solución más atractiva". Para que la cosa no se limitara a meras palabras, Francioni anunció al mismo tiempo que la compañía germana estaría dispuesta a que el consejero delegado de Euronext, Jean Francois Theodore, se sitúe al frente de la futura compañía si la operación se lleva a cabo. De este modo, Deutsche Boerse trató de ganar apoyos en Euronext, cuyos dirigentes y accionistas demostraron el martes que prefieren la oferta que también ha presentado la Bolsa de Nueva York (NYSE) por la sociedad europea. Algunos accionistas de Euronext, principalmente los hedge funds, consideran insuficiente la propuesta estadounidense, que es inferior a la formulada por la germana, por lo que NYSE podría verse obligada a mejorar sus condiciones. La oferta inicial del mercado neoyorquino asciende a 8.000 millones de euros, cantidad que equivale a unos 70,8 euros por acción de Euronext, mientras que la oferta de Deutsche Boerse alcanza en conjunto los 8.600 millones de euros, o unos 76,5 euros por título. Ayer, las acciones de Euronext cerraron a 67 euros, tras caer un 4,29 por ciento. El anterior presidente de NYSE, Richard Grasso, se sumó ayer al cruce de declaraciones entre los distintos bandos que pugnan por Euronext. Lo hizo, además, para romper una lanza a favor de su anterior casa. "La operación [entre NYSE y Euronext] es una de esas raras transacciones donde dos partes se unen y ambas ganan", aseguró.