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Silvio Berlusconi, desplumado por su ex mujer


    Informalia

    Veronica Lario ha conseguido que se congelen las cuentas del empresario, concretamente, 26 millones de euros. El motivo no es otro que los "pagos atrasados" en su pensión. Cuando se separaron en 2009, se le fijó a Silvio una cantidad compensatoria que ascendía a los tres millones de euros, la cual le pareció disparatada. Tras reclamar, consiguió que se rebajara a 1'4 millones pero ahora, la que fuera su mujer durante 19 años, ha conseguido que se le compense la diferencia.

    Veronica Lario (60) le ha ganado el pulso a Silvio Berlusconi. A pesar de que los tribunales le dieron la razón al ex presidente italiano (80) en rebajar la pensión mensual compensatoria de su ex esposa, un juez ha congelado sus cuentas al darle la razón a ella en la reclamación, tal y como cuenta Reppublica.

    Ambos están oficialmente divorciados desde febrero de 2014, pero los trámites se habían iniciado seis largos años antes. Ninguno de los dos se ponía de acuerdo sobre la cantidad económica que Lario debía de recibir y lo que podría haber sido un mero trámite se convirtió en todo un culebrón italiano.

    En el primer juicio al que asistieron, se fijó en 3 millones de euros mensuales la compensación que Silvio tendría que ingresarle a Verónica, una suma que Il Cavaliere recurrió y consiguió que fuese reducida a 1,4 millones de euros. Esta última decisión judicial seguía sin convencer al magnate, que a pesar de tener una fortuna valorada en 6500 millones de euros, ingresó por decisión propia sólo un millón a su ex esposa. Ésta reclamó y un juez le ha dado la razón. Ahora, Berlusconi debe pagarle 26 millones a su ex en concepto de retrasos.

    Un fracaso más para Berlusconi, que parece pasar por una temporada delicada en lo que a cuestiones económicas se refiere. Además de despedirse de la dirección del Milán por descubiertos de 150 millones de euros, su yate tuvo que ser liquidado con pérdidas de casi cuatro millones de euros. Un campo de golf, un par de cines o su jet privado son otras de las apreciadas pertenencias de las que ha tenido que deshacerse.