Isabel Preysler "se porta de maravilla" con el servicio: hablamos con un empleado
- Los sueldos del personal de Villa Meona
Sara Tejada
Rompiendo su habitual discreción, el personal de servicio que trabaja en la mansión de Puerta de Hierro de Isabel Preysler ha querido desmentir para Informalia una noticia publicada recientemente en la que se decía que los seis trabajadores de la casa ganaban, cada uno de ellos, en torno a los 896,04 euros al mes, incluidas las pagas extra y la Seguridad Social.
"Es totalmente inexacto", declara César, mozo de comedor, de origen paraguayo, que lleva cinco años al servicio de la familia Preysler. "Hemos leído ese artículo y nos ha provocado una sonrisa pero al mismo tiempo nos ha extrañado porque no tiene nada que ver con la verdad".
César invoca la privacidad personal de cada uno de ellos para dar cifras concretas, pero hemos sabido por otras fuentes que Isabel Preysler paga muy bien a la gente que trabaja para ella y que sus sueldos podrían ser superiores a 1.000 euros. Ramona, la cocinera de la familia, recibe un salario mayor.
"Tenemos además las pagas extra, los días libres que nos corresponden y la Seguridad Social. Todo, de acuerdo a la legalidad", añade César. "Y la señora se porta con nosotros de maravilla con muchas otras atenciones. De esta casa no se quiere ir nadie, al contrario", añade.
Un sueldo todavía superior al de todos los anteriores sería el de María, la enfermera que se ocupa de la señora Betty, la madre de Isabel, que vive parte del año con su hija. Está en muy buena forma física, pero pasa de los 90 años y está atendida día y noche, y hasta cuando viaja, por esta cuidadora filipina, la única de origen oriental del servicio.
La foto difundida por Tamara Falcó en las redes sociales, celebrando su cumpleaños con el personal de la casa, demuestra la buena relación de la hija de Isabel con la gente que atiende a la familia. "Es una chica estupenda y cariñosa con todos, en realidad, como el resto de sus hermanos. Son muy educados y tratan muy bien al personal", cuenta alguien que trabajó en la casa y ahora vive fuera de Madrid gestionando su propio negocio de restauración. "A Tamara le gustaba comer nuestro menú con nosotros en el comedor de servicio, más que en el de su madre. Es simpática y sencilla, se hace querer", nos dice la misma fuente.
La propia Tamara aseguraba en Twitter que los datos publicados sobre los sueldos del personal de Villa Meona eran erróneos y que quien los había publicado "se ha columpiado", decía.