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Kiko Narváez: "El Cholo es Peter Pan, el 'hijoputa': cada día está más joven"

  • Entrevistamos al gaditano horas antes de la final de Milán

Informalia

Sólo quedan unas horas para que se enfrente el Atlético de Madrid contra el Real Madrid en la final de la Champions. Un momento que vive el ex rojiblanco Kiko Narváez con expectación, por mucho que tenga claro que va a ganar el partido el equipo del que formó parte entre 1993 y 2001. Informalia se ha encontrado con el gaditano para hablar, cómo no, de fútbol y también de estos últimos quince años con Patricia Ruiz, con quien se casó en 1999 y tuvo dos hijas 'vikingas', Aitana y Valeria.

¿Preparado para el partido de la Champions? ¿Quién cree que ganará?

El Atléti, claro (risas). ¿Lo dudas? (risas)

¿Qué haces para mantener el mismo físico de cuando jugabas al fútbol profesional?

Tengo tres o cuatro kilos de más, pero los camuflo bien (risas). Hace ya 14 años que me retiré, que lo hice cuando tenía 29, después de la lesión que tuve con 27. Pero me cuido, me cuido. Con la comida y con todo.

Con 29 años muchos comienzan una carrera profesional y, sin embargo, ya lo habías hecho todo a esa edad. ¿No te da la impresión de haber vivido muy rápido?

Ya me decía mi padre: "Te has jubilado con 29 años, macho. Te veo mirando las obras, sentado en un banco"(risas). Cuando muchos empiezan a trabajar, por desgracia yo ya me había retirado. Pero tuve suerte con los medios de comunicación: he trabajado en la radio, en la tele, en periódicos deportivos? Sigo muy ligado a este mundo y, después de 14 años, sigo muy ilusionado, que es lo más importante.

¿Te costó digerir ese cambio brusco? Hay compañeros que necesitan terapia psicológica.

Cuando acaba el tema del fútbol, muchas veces uno no termina de encontrar su sitio. Afortunadamente, yo sí. Encontrar tu sitio no es complicado. Muchas veces el problema es de coco.

¿Has sacrificado mucho?

Mi juventud me pasó muy rápido. Estar viviendo con 13 años en una pensión en Cádiz y no estar en mi barriada con mis amigos? También perderme muchas ferias y muchas Semanas Santas? Pero ha merecido la pena.

¿No te entra nostalgia cuando ves un partido como el de la Champions?

De eso ya hace mucho. Pero echo mucho de menos lo que es el vestuario: el compañerismo, el levantarte por la mañana e ir a entrenar, meterte con ellos?

¿Con qué compañeros sigues manteniendo el buen rollo?

Con muchos: con Solozábal; Cholo Simeone; Toni Muñoz, que es ahora el director deportivo del Getafe.

El Cholo está imparable.

Es Peter Pan, el ?hijoputa?. Cada año que pasa está más joven y más fuerte. Lo veo como me lo esperaba, pero no sabía que me iba a dar tantas alegrías.

Se habla mucho de las juergas de los futbolistas. ¿Es un mito?

¿Has visto los cuerpos que tienen? Es imposible pegarte la mortal de marcha y después está perfecto físicamente.

Después de dejar el deporte, ¿retomaste los estudios?

No. Es que el fútbol te acapara. Fíjate que yo con 17 años ya debuté en primera división con el Cádiz. Ya con 20 me fui a la Selección y con 21 fiché por el Atleti: Champions, Europa, Liga?

¿Por qué no has optado por convertirse en entrenador?

No tengo vocación. Eso es como los profesores. Es algo que tienes que tener para enseñar.

¿En qué proyectos extra deportivos has estado involucrado todos estos años?

Fuera de lo deportivo, lo más importante en mi vida son dos hijas que tengo en Cantabria, Santander. Me quitan el 'sentío' y cada vez que tengo tres o cuatro días voy a visitarlas. También ellas vienen a Madrid.

¿Y cómo mantienes tu matrimonio pese a la distancia?

Yo vivo Madrid y la madre con las hijas en Santander. Mi mujer lo lleva perfecto. Mientras sea para generar y para que no les falte nada a las niñas? Mi familia ya está acostumbrada. Y mis hijas. Desde que nacieron han visto al padre viajar, ir y venir. A mis hijas les asustaría verme dos semanas seguidas (risas).

¿Te costó iniciar esa vida separada?

No, porque iba y venía. Ya te digo que he viajado constantemente con los medios por partidos de la Eurocopa, Champions?

¿Qué quieren ser?

Una va a cumplir 16 en julio y la otra tiene once. Todavía no lo tienen claro. Tienen mucho lío en la cabeza.

¿Se dedicarán a algo relacionado con el deporte?

Qué va. Ellas viven y estudian. Pero cualquiera sabe. Un día dicen una cosa y al siguiente, otra.

¿Son conscientes de lo popular que ha sido su padre en el fútbol español? ¿Buscan vídeos en YouTube?

Se los pongo yo. Ellas están más pendientes de Fernando Torres y Griezmann. Cuando ven que es un vídeo mío, dicen: 'bah, papá.

Entonces, ellas también son del Atlético de Madrid.

Sí. Yo no les he inculcado nada y me han salido más peligrosas y más forofas que yo.

¿Y si hubiera salido alguna del Real Madrid o del Barcelona?

Las querría igual. Las desheredaría, pero las querría igual. No pasaría nada (risas).

¿Cómo eres como padre?

Me veo reflejado en mis padres. Me acuerdo mucho de ellos. En mi caso, soy yo un poco el poli bueno.

¿Te quedas con las ganas de un niño varón?

Tengo 44. Yo, como Antoñete, lo puedo tener con 60 (risas). Ahora no lo tengo en mente, pero esa puerta nunca se cierra, ¿no?

El reloj biológico de su mujer será el que mande.

¿Tú has visto a la india esa de setenta y tantos que ha tenido un niño? ¡Fíjate!

¿No tienes ningún negocio?

He invertido en ladrillo. Me lo llevan todo en Jerez, que nunca me he metido en nada de eso.

Pues ten cuidado, que luego apareces en los papeles de Panamá o en un lío similar.

Tengo un padre que me lo lleva todo, que no puede ser más serio. Montoro es un monje al lado de él.

Un deseo para esta final...

Que se viva lo que vivimos en Lisboa que es un respeto entre las dos aficiones. Hubo entonces muy buen rollo y de cara a exportarlo también importa.