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Ha fallecido Madame Claude, la dueña del prostíbulo más famoso de París

  • Por sus salones pasaron Kennedy y el Sha de Persia

Informalia

Madame Claude, que se llamaba en realidad Fernande Grudet, falleció este martes sola en un hospital de Niza a los 92 años. Vivía con una modesta pensión pero en los 60 y 70 fue considerada la proxeneta más importante de Francia. En su autobiografía contaba que Kennedy, el Sha de Persia o el dueño de la Fiat visitaron sus salones. Durante años se movió en la impunidad gracias a que transmitía las confidencias que sus chicas obtenían a los servicios secretos. Por cierto que nunca desveló la identidad de ningún francés entre sus clientes. Su vida inspiró la película Madame Claude (Just Jaeckin, 1977).

Por el hotel parisino en la 32 rue de Boulainvilliers pasaron algunos de los hombres más importantes no solo de Francia sino de medio mundo. Herederos de grandes fortunas, políticos de renombre, artistas consagrados o elegantes banqueros fueron clientes de esta proxeneta que se definía a sí misma así. "Yo he sido la mejor del siglo". Madame Claude, que se ha llevado a la tumba la mayoría de los nombres de quienes solicitaron sus servicios, reveló sin embargo las identidades de algunos de sus más ilustres clientes una vez que fallecieron. Aparecieron en las páginas de su autobiografía, titulada Madame el Sha de Persia, John F. Kennedy y Gianni Agnelli. De sus compatriotas franceses nunca dio un solo nombre.

Se calcula que medio millar de mujeres 'trabajaron' para ella a lo largo de décadas. "Estaban obligadas a aprender ciertas cosas", declaraba Madame Claude en una entrevista hace años. Las confidencias que algunos importantes clientes les hacían a las prostitutas eran transmitidas por Madame Claude a los servicios secretos, razón por la cual las autoridades le permitieron mantener su prostíbulo impunemente a pesar de que el llamado oficio más viejo del mundo estaba penado en Francia en los años 60 y 70, cuando el 'negocio' de esta especie de matahari llegó a su apogeo.

Sin embargo, tras la elección de Giscard-d?Estaing en 1974 como presidente de la República y el nombramiento de Michel Poniatowski como ministro del Interior las cosas cambiaron. Fue el juez Jean-Louis Bruguière (años después especializado en temas antiterroristas) quien terminó con la red de prostitución de la rue Boulainvilliers, utilizando un método parecido al que acabó con Al Capone: si al jefe de la mafia de Chicago le cogieron por evadir dinero a Madame Claude hacienda le reclamó varios millones de francos (de los de entonces). Ella huyó a Estados Unidos utilizando el pasaporte suizo del que disfrutaba desde su primer matrimonio. Fue condenada a cinco años sin poder pisar territorio francés pero en 1985, cuando volvió, utilizó sus importantes contactos para retomar su labor como proxeneta de lujo y hacerse con dinero suficiente y pagar sus deudas. Años después fue denunciada por su competencia y ella se defendió ante el juez alegando que ella solo "educaba" a las chicas para que "triunfaran en la vida", pero matizaba que se trataba de consejos "muchas veces desinteresados". Se ha sabido que las mujeres que trabajaban para ella eran obligadas a someterse a operaciones de cirugía estética y que se quedaba con el 25 por ciento de las tarifas, unos 1.500 euros. Condenada a seis meses de prisión, tuvo que pagar un millón de francos de multa, lo cual hizo sin grandes problemas gracias al caché que obtuvo a cambio de su primera entrevista en la televisión (de donde está tomada la fotografía).