Carlos Baute y su hijo se ven las caras en los juzgados

El juzgado de primera instancia número 61 de Madrid esperaba a las 12.30 de este miércoles al cantante y a su hijo, José Daniel Arellán, de 26 años, al que reconoció en noviembre de 2012 como fruto de una relación extramatrimonial que tuvo a los 15 años con una vecina de su Caracas natal de nombre Náyera Arellán, que era tres años menor que él.

Padre e hijo no se vieron hasta el momento de entrar en la sala. Durante los minutos de espera previa, el cantante ha evitado el encuentro por todos los medios posibles, centrándose de manera aparentemente despreocupada en la conversación con su mujer, la arquitecta Astrid Klisans, que le acompañó en todo el proceso.

José Daniel le reclama a su padre 900 euros mensuales durante cinco años, es decir, una suma de 54.000 euros correspondiente a una demanda interpuesta por alimentos. El joven alega que necesita el dinero para hacer frente al pago necesario de los estudios, ya que quiere cursar una carrera de ingeniería informática. Además, asegura que Baute tiene que afrontar el pago porque nunca nunca le pasó la pensión alimenticia y porque no tiene recursos en España.

No fue una jornada fácil para el hijo del cantante. Al llegar al juzgado, su abogado, Ricardo Ibáñez, le notificaba que Baute había decidido solicitar que no tuviera acceso a ser interrogatorio, algo habitual en estos casos. El propio letrado ha explicado a Informalia esta decisión: "Piensa que va a mentir y cree que eso le puede perjudicar", cuenta a la vez que aclara que se trata de una actuación dentro del marco legal y que no ha supuesto ningún tipo de problema para el transcurso normal del juicio.

Sin embargo, lo que más impresión causó en José Daniel fue conocer la noticia de que Carlos Baute había enviado a la Policía para averiguar si su situación es regular y si tiene todos los papeles en regla en España, donde vive con su novia, Cristina, mientras sus papeles para residir en el país están todavía en trámites. Cabe recordar que, además de esta demanda, el joven ha interpuesto contra su progenitor biológico otra por daños morales, cuyo juicio aún no se ha celebrado.

El resultado del juicio se conocerá en unas dos semanas, momento en el que terminará la segunda batalla de Carlos Baute y su hijo en los juzgados.