En medio de los diálogos entre el Gobierno colombiano y las FARC en Cuba, el conflicto armado no cesa, en especial en el convulso departamento del Cauca, donde la guerrilla persiste en la que podría ser su última ofensiva si las partes alcanzaran un acuerdo de paz.
Cuatro soldados murieron y otros ocho resultaron heridos ayer viernes en un ataque de la guerrilla contra una base militar en la localidad de Corinto, y el jueves se registraron combates en el vecino municipio de Miranda, ambos blanco de decenas de ataques en los últimos años.
Este es el pan de cada día en el norte del Cauca, departamento del suroeste del país donde operan varias estructuras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como el Sexto Frente y la columna móvil Jacobo Arenas, conformadas por cientos de guerrilleros y de un gran número de milicianos que se mezclan con la población civil.
Los municipios de Toribío, Caloto y Jambaló, todos ellos ubicados en resguardos indígenas, son el corazón de la región y al nombrarlos en Colombia se asocian con una historia de acciones guerrilleras, hostigamientos, macabros atentados y, sobretodo, con muchos funerales.
Es precisamente en esta región inundada por cultivos ilegales de hoja de coca y muy azotada por el conflicto, en la que los diálogos de paz de Cuba no se perciben con el mismo optimismo ni esperanza como en otras zonas del país.
Paz en Colombia
En medio de rumores sobre si las estructuras guerrilleras que operan en el Cauca están o no representadas en La Habana, las FARC han iniciado en la región la que puede ser su última ofensiva militar contra el Estado si es que las partes logran un acuerdo, tal y como aspiran tanto el Gobierno como la guerrilla.