El Nasdaq aprovecha el despegue de Apple en una sesión marcada por la debilidad del petróleo
La situación no mejora en Wall Street (ni en Europa): los índices son incapaces de romper el lateral por arriba, pero tampoco hay tensiones bajistas ni ningún soporte amenazado. Igualmente, continúan las dudas sobre el escenario económico, en un nuevo día ayuno de datos relevantes.
Sin embargo, los alcistas empiezan a inclinar la balanza de su parte imperceptiblemente. El lunes ya consiguieron frenar el batacazo de la semana pasada, tranquilizar los ánimos y recuperar las pérdidas iniciales. Ayer parecieron a punto de perder la batalla tan un inicio positivo, pero de nuevo tuvieron suficiente fuerza para anular los daños al cierre.
Mención especial merece el Nasdaq (NDX100.NQ), el índice que más inquietaba por su divergencia y el que debe enfrentarse a sus grandes resistencias históricas en 2007. El tecnológico logró un avance del 0,23% impulsado por Apple (AAPL.NQ), que por fin presentó el esperadísimo iPhone y se disparó el 8,3% (su rival Research in Motion (RIMM.NQ), fabricante de la Blackberry, cayó el 7,9%). El Dow Jones y el S&P (SP500.CH)cerraron a la baja, aunque redujeron la caída a la mínima expresión: el 0,06% y el 0,05%, respectivamente.
El interés de la sesión estuvo en el mercado del petróleo, donde el barril comenzó con un nuevo desplome a pesar de las amenazas de Rusia de interrumpir su producción. El crudo llegó a perder los 54 dólares, aunque recuperó los 55 al cierre. Como saben los lectores de Bolságora, esta zona es el soporte crítico cuya pérdida implicaría un cambio de tendencia en el petróleo.
En otros mercados, el dólar volvió a recuperar terreno frente al euro, que acabó por debajo de los 1,30 dólares. Los bonos apenas registraron movimientos, con lo que su rentabilidad se mantuvo en el 4,65%.