La primera semana del año se ha cerrado con un impulso histórico en Wall Street, donde la tecnología ha firmado su mejor semana desde noviembre de 2015 y el Dow Jones ha conseguido superar los 25.000 puntos básicos con todos los índices cotizando en máximos históricos.
Así, finalmente el índice industrial ha concluido la semana con avance del 2,33% hasta los 25.295 puntos mientras que el S&P 500, que se ha anotado un 2,6%, ha firmado su mejor semana desde noviembre de 2016 y se ha situado en los 2.743 enteros. Por su parte, el Nasdaq 100 ha sumado un 4,02% hasta los 6.653 puntos básicos.
Entre las empresas que más han avanzado estos días se cuela Netflix, que históricamente, los meses de enero consigue revalorizarse, de media, más de un 18%.
Los buenos datos macro revelados a lo largo de la semana en Estados Unidos, la subida del petróleo, la reforma fiscal de Trump y la caída del dólar han sido los principales catalizadores de un mercado que parece no encontrar techo.
Los datos de empleo, aunque fueron peores de lo esperado, dejaron un buen sabor en el mercado gracias al repunte de los salarios, que deja señales de pleno empleo economía norteamericana.
Asimismo, las actas de la Fed sembraron dudas sobre el número de subidas de tipos que se verán este año al otro lado del Atlántico, con lo que el dólar ha cedido, de nuevo, terreno, frente al euro, por el que ya se necesitan 1,204 dólares para ser intercambiado, máximos no vistos desde diciembre de 2014.
Por otro lado, el petróleo, aunque ha caído en la última sesión de la semana, se ha anotado un 1,2% en la semana, llegando a tocar máximos de más de tres años, por encima de los 68 dólares por barril en el caso del Brent y de los 62 en el del West Texas.