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A qué industrias 'conectarse' para aprovechar la llegada del 5G

  • Se espera que esta tecnología genere casi 250.000 millones de dólares en 2025
  • Las previsión es que el 5G esté implantando en el año 2020
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En menos de 40 años hemos pasado de ser capaces de hacer una llamada por primera vez sin cables a hablar de coches que se conducirán sólos. El avance que ha experimentado y experimenta la tecnología es realmente sorprendente y para muestra un botón: el mundo se prepara para la llegada del 5G.

Se trata de un tipo de conexión inalámbrica que permitirá, como en su día lo hicieron sus hermanas, lograr grandes avances. El 1G posibilitó hacer llamadas, el 2G enviar mensajes de texto (SMS), el 3G navegar por Internet y el 4G ver video bajo demanda, lo conocido como 'streaming'. El 5G, por su parte, está llamado a ser la conexión del futuro que revolucionará el mundo.

Y es que esta nueva generación, que no se espera que esté implantada hasta 2020, será capaz de conectar millones de dispositivos y ser mucho más rápida que la versión anterior. Tanto como que descargar una película en 3D nos llevaría unos 30 segundos, frente a los 6 minutos que puede alcanzar con el 4G. Además, del 5G se espera que permita a un cirujano operar a distancia o que prácticamente acabe con los accidentes de tráfico. Teniendo en cuenta que la consultora ABI Research estima que en 2025 esta tecnología generará un volumen de negocio de 247.000 millones de dólares, el inversor puede sacar provecho y en muchas industrias diferentes.

Torres de telecomunicaciones

Son, sin duda, unas de las potenciales ganadoras de la puesta en marcha del 5G. ¿Por qué? Para que esta nueva red pueda llegar a convertirse en una realidad es necesario un espectro de frecuencias mucho más alto que el actual, que sólo pueden alcanzar las pequeñas torres de telecomunicaciones, o 'small cells'. Para las compañías, sin embargo, lo más importante será que "de cara a los próximos años, por cada una de las torres que hay ahora en los núcleos urbanos, se necesitarán 10, 20 o, incluso, 30", explica Javier Borrachero, analista de Kepler Cheuvreux.

Los números son claros, llegar a esta cifra de infraestructuras no es viable si cada una de las operadoras tiene que establecer su red, como ha sido hasta ahora. Por lo tanto, "tendrán que compartir las estaciones base y debe ser un operador neutro el que las instale", añade el experto. En este escenario, que es el más probable, la compañía mejor situada en el Viejo Continente es Cellnex, que "en los últimos años ya se ha posicionado en este segmento a través de compras de pequeñas firmas que están desarrollando esta tecnología, de forma que tiene el know-how" dentro del sector.

"Las 'small cells' son más caras que las macrocells, pero son mucho más baratas si hay mucho tráfico en ellas, por lo que tiene sentido que la industria se consolide", apuntan desde Barclays. "Las firmas con una mejor economía de escala y con una sobreproducción limitada son las mejor posicionadas, como Cellnex o Inwit", añaden los analistas de la entidad británica, que, además, avisan de que "toda esta inversión podría estar completada dentro de 5 o 10 años".

En este contexto, Barclays ejemplifica el cambio que puede suponer esto con la ciudad de Londres. "Si actualmente hay 18 grandes torres, serían necesarias hasta 83 para cubrir la demanda futura con el 5G. Sin embargo, esto no es práctico debido a su gran tamaño, por lo que se deberían instalar 4.000 pequeñas bases, que ocupan mucho menos espacio y ofrecerían una velocidad 30 veces superior a la de las macro cells", concluyen.

'Telecos'

En el caso de las telecos tradicionales, la situación es distinta. En los últimos años se ha fomentado que existan varios operadores para cada mercado, con el objetivo de aumentar la competencia e impulsar las inversiones en el sector. No obstante, esta atomización también ha supuesto una caída de las rentabilidades de las compañías. Precisamente, esta falta de escala en las ventas "puede tornarse insostenible para las empresas más pequeñas", avisan desde Barclays. "La presión en los costes aumentará, por lo que prevemos que la industria siga consolidándose".

Andrés Bolumburu, analista de Banco Sabadell, cree que "las compañías tendrán que pagar por el nuevo espectro, por lo que será necesario un aumento de la inversión. Las operadoras más pequeñas ya han sobrevivido compartiendo las redes, y pueden seguir haciéndolo", prevé el analista. Además, Bolumburu no cree "que este aumento de costes vayan a ser repercutidos a los clientes finales, ya que no se hizo con el cambio del 3G al 5G, y lo compensarán con ingresos adicionales procedentes de nuevas aplicaciones".

Las telecos mejor posicionadas actualmente en el mercado europeo son, según los cálculos de Barclays, BT en Reino Unido, Telefónica Deutschland en Alemania y Telefónica en España, que son las que actualmente tienen una mayor parte del espectro actual.

Semiconductores

Quizás el cambio más significativo que introducirá la llegada del 5G tiene que ver con la latencia. Esto es el tiempo que tarda en responder un dispositivo en ejecutar una orden desde que se le manda la señal. Con el 5G el tiempo de espera será de un milisegundo, desde los más de 10 segundos del 4G. Esto es por ejemplo esencial en la conducción autónoma a la hora de esquivar obstáculos. Esto implica tener que procesar una cantidad de datos ingente y para eso van a ser esencial los chips.

Por ello, las empresas de semiconductores también van a estar entre las grandes beneficiadas. En este sentido, uno de los nombres que suena con más fuerza es Intel. De hecho, la estadounidense aprovechará los próximos Juegos Olímpicos de PyeongChang para ofrecer una muestra de lo que será la conectividad de próxima generación. Con una recomendación de compra por parte del consenso de mercado, se prevé que entre 2017 y 2020 mejore su beneficio un 20%, hasta superar los 20.000 millones de dólares. Desde la firma Hilliard Lyons indican que "el crecimiento de los datos será parabólico. Notamos que la competencia es feroz, sin embargo, creemos que Intel se encuentra en una posición sólida después de la transformación estratégica de la empresa y la reforma fiscal recientemente promulgada".

Otras de las compañías que están ganando visibilidad es la estadounidense Broadcom, con sus chips Wi-Fi y Bluetooth. La firma, que luce un consejo de compra, lanzó hace unos meses una oferta para adquirir a Qualcomm por 130.000 millones de dólares con el objetivo de crear un gigante de cara a la llegada del 5G. Sin embargo, Qualcomm rechazó la oferta por considerar que la estaba infravalorando. En cualquier caso, las estimaciones para el grupo son positivas ya que se espera que entre 2017 y 2020 gane un 40% más. Además, luce uno de los márgenes netos más atractivos del sector, por encima del 40%.

Precisamente, Qualcomm es otra de las empresas que quiere sacar tajada del 5G. De hecho, ha anunciado un acuerdo con Samsung (actualmente el mayor fabricante de chips) en el que, entre otras cosas, colaborarán en el futuro desarrollo y despliegue del 5G. En su caso, los expertos optan por mantener sus títulos en cartera, mientras que apenas pronostican crecimiento para sus ganancias en el actual trienio.

Internet de las Cosas

Desde luego si hay un sector que va a crecer como la espuma con las redes de nueva generación ése es el del Internet de la Cosas, ya que el 5G permitirá que miles y miles de dispositivos estén conectados. Es más, según las previsiones de Huawei, en 2025 el número de dispositivos conectados será de 100.000 millones. Como el IoT (por sus siglas en inglés) básicamente consiste en transformar los activos en objetos inteligentes, su influencia alcanza a un gran número de sectores, desde el automovilístico, el sanitario o el agrícola hasta el industrial. Si bien al hablar de IoT los primeros nombres que salen a relucir son el de grandes corporaciones como Alphabet, Amazon o Microsoft, centrando un poco el tiro por industrias se pueden detectar otros nombres propios atractivos en esta revolución digital.

Es el caso de la conducción autónoma. Estos vehículos están dotados de sensores que permiten reconocer e interpretar la información de su entorno, por ejemplo radares, sensores de imagen, cámaras de video... Aunque en esta industria serán indispensables los proveedores de componentes como NVIDIA o Infineon, entre los fabricantes que están haciendo una apuesta más fuerte en esta dirección se sitúan Ford, General Motors o Daimler. Todas cuentan con un consejo de mantener para el consenso de mercado, siendo General Motors la que presenta unas mejores previsiones de crecimiento (del 6% entre 2018 y 2020). Para JP Morgan "la compañía parece estar demostrando un mejor progreso en la industria de movilidad autónoma". La firma estadounidense pretende poner en marcha una flota de hasta 2.500 vehículos sin volante ni pedales para 2019, adelantando así a sus competidores, ya que la mayoría prevé contar con coches autónomos más allá de 2020.

Precisamente, estos vehículos formarán parte de las llamadas Smart City, es decir, ciudades inteligentes. Hace unos meses, Bank of America Merrill Lynch destacaba seis puntos de entrada para los inversores que deseen acceder a este campo: infraestructuras, construcción, vivienda, seguridad y protección, energía y movilidad; siempre bajo la etiqueta de inteligente. En esta línea destacan firmas como la estadounidense Cisco o la francesa Schneider Electric (ambas cuentan con una recomendación de compra).