Cierre del Ibex, que sigue mostrándose algo más fuerte que sus homónimos europeos, con despliegue de una vela negra en la sesión en que quizá menos se esperaba tras la alegría mostrada en la víspera por Wall Street.
Vela en todo caso de transición, como casi todas las blancas anteriores, con la que el Ibex cerró el hueco dejado el pasado viernes - esta vez sí - para frenarse en la apertura misma en la zona de altos crecientes previa. Ni más ni menos que lo que ha hecho el S&P 500, sólo que el Ibex ha hecho sin prisa pero sin pausa lo que el índice norteamericano lograba en una sola jornada.