
La Selección Española de baloncesto se juega esta tarde, ante Francia, en cuartos de final, sus opciones de seguir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Duelo con sensaciones negativas tras los últimos acontecimientos deportivos y extradeportivos y tras el que se esconde una suerte de 'motín' contra el seleccionador Sergio Scariolo. Las malas relaciones entre ambas partes (jugadores y técnico) han forzado reuniones de última hora en el seno del combinado nacional con el objetivo de enderezar el rumbo de los vigentes subcampeones olímpicos.
No sería la primera vez que los Gasol, Rudy, Marc, Calderón y compañía protagonizan acontecimientos similares, si bien, en esta ocasión, el panorama es mucho más tenso, toda vez que la preparación previa al torneo ha estado marcada por la falta de sintonía con Scariolo.
El italiano, que dejará de ser el entrenador del equipo nacional tras estos Juegos, se ha convertido en el centro de las críticas de muchos jugadores que no entienden sus movimientos, especialmente aquellos que tienen que ver con las rotaciones y los quintetos iniciales.
Las suplencias de algunos de los pesos pesados del vestuario en los tramos finales ante Gran Bretaña, Rusia y Brasil han enfadado a sus protagonistas, quienes entienden que están en perfectas condiciones para dar al equipo lo que los suplentes, a tenor de los resultados, no otorgan.
De hecho, algunos jugadores señalan a Scariolo directamente como responsable de las grandes sospechas que se han precipitado sobre los nuestros tras el encuentro de la polémica.
España necesitaba perder contra Brasil para no cruzarse con EEUU en las semifinales. Y así ocurrió con un último cuarto para olvidar. En esos últimos minutos hombres como Rudy o Calderón no jugaron. Para colmo, el quinteto inicial, plagado de suplentes, invitaba a pensar que, efectivamente, España saldría a perder el duelo.
Estas señales han sido interpretadas por el resto de selecciones como pistas de una falta de profesionalidad que ha enfadado, y mucho a los internacionales. Ellos querían ganar sí o sí. Las palabras de otros jugadores, muchos de ellos compañeros en sus equipos, han dolido a un equipo intachable, hasta ahora, en su rendimiento deportivo.
Al acabar el encuentro, ya en la Villa Olímpica, los jugadores se vieron las caras en varias habitaciones para decírselo todo a la cara (hay pesos pesados que acusan a los que menos juegan de falta de compromiso) y para pedir a Scariolo que evite este tipo de experimentos. Su mensaje, rotundo: es cierto que hay falta de forma física, pero no tanta como para estos movimientos anómalos.
Mensaje que, en definitiva, reclama un paso al lado del técnico, tal y como ocurrió en Polonia, Turquía o Lituania, últimos torneos en los que España ha repetido patrón: comienzo desastroso y final feliz. Veremos si en esta ocasión, en unos JJOO, se puede dar el mismo patrón y los nuestros tocan medalla pese a los problemas que rodean al equipo.