Televisión

Pablo Motos señala en 'El Hormiguero' uno de los alimentos que le da "más asco": "Que me muero"

Antena 3

Víctor Ruiz

Pablo Motos es uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla y, después de todas las tertulias y entrevistas, es normal que muchos telespectadores consideren que conocen bien al presentador de El Hormiguero. Sin embargo, sigue teniendo anécdotas y curiosidades que siguen sorprendiendo.

Una de estas últimas curiosidades tiene que ver con su relación con la comida y, concretamente, con un alimento que no soporta nada de nada. En la entrevista con Pedro Piqueras, el mítico presentador que dejó los Informativos Telecinco hace ya 15 meses, han dedicado tiempo a hacer una receta muy especial.

Lo que no sabía Motos era uno de los ingredientes principales de este plato: los champiñones. "Ay de verdad. Yo no sabía que este plato era el plato", le dijo al chef que les guiaría en la elaboración del plato. "A mi me dan mucho asco los champiñones", continuó explicándole a David de Jorge antes de que este le ofreciera probar uno crudo. "No, no, no, no me lo voy a comer. No me fuerces que me muero", zanjó.

Este rechazo hacia los champiñones parece ser algo que tiene en común con Pedro Piqueras, ya que cuando el chef le ofreció este le dijo que tampoco tenía pensado probarlos.

El "trauma" infantil de Motos con la comida

El pasado 18 de marzo el presentador puso por primera vez el tema sobre la mesa y, aunque sus compañeros de tertulia conocían que comía pocas cosas, el "motivo de peso" dió para anécdota.

El tema salió a raíz de las declaraciones del pediatra Carlos González sobre la manera de educar a los hijos para que coman: "Insiste en su pódcast en que a los niños no hay que obligarles a comer cosas que no les gustan porque acaban odiándolo". "Me afecta", apuntó Motos entre las risas de sus compañeros de mesa.

Todo comenzó con el "trauma" infantil con las acelgas. "Si yo tuviese que darle la razón a este señor, se la daba. A mí me dice un día mi padre que iba a comer verduras. Yo dije que no, no era el niño más fácil del mundo tampoco, y mi padre me pone para empezar un plato de acelgas". "Yo me quedé sin comer y dice '¿no las quieres para comer? Las tendrás para cenar' y por la noche me puso las acelgas", siguió.

La cosa no terminó en esa cena: "Al día siguiente, para desayunar me pone las acelgas. Dime si no tengo un trauma justificado"