Televisión

Sandra Barneda se rompe al recordar la muerte de su sobrino a los 20 años: "Es el dolor más grande de toda mi vida"


Pilar Fernández

La presentadora ha participado en una de las últimas aventuras de Jesús Calleja, un viaje a Nepal para el que reunió a un variopinto grupo de famosos en el que se encontraban también Ágatha Ruiz de la Prada, Carlos Latre y Antonio Orozco. El viaje llegó en un momento muy complicado para Sandra Barneda, en pleno duelo por la muerte de su sobrino, de solo 20 años. La ex de Nagore Robles, deshecha en lágrimas, ha hablado de su duelo por primera vez: "Es el dolor más potente de mi vida y yo no me puedo comparar a la madre que ha perdido un hijo, que en este caso es mi hermana mayor".

Rota, la periodista ha confesado a Calleja que todavía trata de superar la pérdida y sobrellevar el dolor: "Yo vivo, como mucha gente, con una herida, pero no quiero vivir desde la herida. Lo más fuerte es que la vida sigue", continúa, "asimilar la pérdida de una persona que tenía toda la vida por delante es muy complicado".

"Mi sobrino, Neo, muere con 20 años. Es una hostia tan grande, tan bestia... Una persona de 20 años con toda la vida por delante, es muy complicado", confiesa. "Ahora tengo que recomponerme un poco. Antes estaba superfeliz, rodeada de mi familia, todo bien, tocando la cima, y menos de veinte días más tarde, sucede la tragedia. Ha sido la hostia más grande de mi vida".

Unas palabras que Barneda ha reiterado en su cuenta personal de Instagram, donde ha mostrado su álbum personal de viaje junto a un bonito mensaje: "Nunca hubiera pensado visitar Nepal en las circunstancias que fui: creo que con el dolor más grande de mi vida. Llegué prácticamente de milagro y bendecida por toda mi familia. Si os digo la verdad, este viaje fue una bendición. No soy capaz de recordar conversaciones, porque llevaba demasiado dentro quizás para retener, pero mi alma sintió y la de los míos estoy convencida que también".

Así despedía el año 2024 el pasado mes de diciembre: "Se apaga este 2024 que me ha cambiado para siempre, ha fracturado mi alma, ha llovido en tristeza profunda. Ahí se queda un 2024, tatuado en las profundidades de mi ser. 2024, me cuesta agradecerte porque te llevas contigo una de mis personas favoritas en el mundo, pero debo dártelas por todos los momentos de felicidad, amor, complicidad, amistad, risas, abrazos... y por enseñarme desde el dolor que el amor es inmortal. No soy yo la de la foto, pero sí quien captó el momento. Ella, mi hermana querida, es el símbolo del amor infinito".