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Toñi (Azúcar Moreno) desvela el trauma que sufrió tras su aumento de pecho: "Eran enormes, la cirujana se equivocó"


    Informalia

    Noche flamenca en El Hormiguero. Las hermanas Toñi y Encarni Salazar han visitado este lunes a Pablo Motos para presentar su nueva canción, Ya no queda nada, un regreso a sus orígenes y a sus raíces gitanas. Más unidas que nunca tras superar las diferencias que las mantuvieron distanciadas durante varios años, las Azúcar Moreno han derrochado simpatía y complicidad, incluso para desvelar su pánico a los ascensores (se quedaron encerradas en uno y ahora siempre suben por las escaleras) o el trauma que supuso para la más pequeña su aumento de pecho: "Eran enormes".

    "Eran muy grandes Antonia, yo cuando la vi dije '¿Pero qué se ha hecho esta mujer? Llegaban antes que ella a todos sitios", ha bromeado su hermana. "No fui yo, quiero aclararlo", explicaba Toñi. "Se equivocó la cirujana. Yo le dije que quería un pechito... Yo tenía una tetilla muy chiquitita y quería un poquito más, pero la tía no sé qué hizo que me puso un montón. Y yo le dije después que me veía mucho y como era tan flaquita y tenía un cuerpito tan pequeño, esas tetas eran...". Confiesa que aquello le supuso muchos problemas de autoestima: "Estuve 13 años traumatizada, porque yo no quería todo eso ahí". Finalmente, Toñi se armó de valor para regresar a quirófano y obtener, por fin, el resultado deseado.

    Toñi, que está actualmente soltera, ha explicado también qué cualidades busca en un hombre: "Que sea buen tipo, buena gente, que sea guapo. A ella (a Encarna) no le gustan los chicos con rastas y a mí no me gustan los ejecutivos", ha confesado. "Me gustan los bohemios, los que están loquitos, pero locos con cordura. Estoy unpoco loca, pero estoy loca. Soy la persona más disciplinada del mundo, pero me gusta hacer locuras porque si no la vida es aburrida. Hay una frase que me marcó, de Joaquín Sabina, que dice: 'Soy una golfa decente'. Me gusta la locura". Su hermana Encarni le recordaba que "no se puede ir por la vida haciendo locuras", pero Motos la apoyaba: "La gente que no se sabe divertir no es de fiar. La gente no se sabe entregar. Si tú pisas una manguera, el agua está retenida, y cuando sueltas, salen como locos. La parte salvaje hay que dejarla salir". Encarna no cedía: "Pues yo no te entiendo, Pablo, pero no he venido a hablar de locura, yo he venido a hablar de mi canción", zanjaba.