Televisión
Ha muerto Toni Caravaca, ex marido de Charo Vega: "Él me enseñó todo lo bueno y lo malo de la vida"
- Fue representante de artistas tan exitosos como Isabel Pantoja o Bertín Osborne
- Sufría Alzheimer y llevaba días ingresado en la Fundación Jiménez Díaz
Beatriz Cortázar
A las 12:00 del mediodía ha fallecido en la Fundación Jiménez Díaz el que fuera representante de grandes artistas, Tony Caravaca. En los últimos 10 años, Tony padecía una enfermedad por la que tuvo que pasar esta última parte de su vida en un centro especializado debido a su dolencia. Acompañado por sus hijos, se ha ido tras una complicación con una gripe que arrastraba y que agravó su estado de salud, muy afectado por el Alzheimer. Fue precisamente su exmujer, la madre de dos de sus hijos, Charo Vega, quien en sus redes sociales anuncia la muerte del que fue su marido durante 22 años. "Tony ha sido muy importante. Él me enseñó todo de la vida. Lo bueno y lo malo", recuerda Charo, todavía muy afectada por el triste desenlace. "Tony me ha dado lo más importante de mi vida, que son mis dos hijos. Tal vez si no hubieran pasado una serie de cosas es muy probable que yo hubiera seguido a su lado", añade.
Porque Charo Vega tiene generosidad y mucho mundo como para entender la relaciones a largo plazo. Lo que ocurrió fue que la suya no la pudo salvar, porque Tony emprendió otros caminos. Pero ni queda rencor ni amargura. Todo lo contrario. Charo ha estado muy pendiente y ya ha pasado las últimas horas en compañía de la hija mayor de Tony, viendo cómo se le apagaba la vida.
Considerado uno de los grandes managers de su época, Tony Caravaca llevó la carrera artística de muchas figuras de talla internacional que promovió dentro y fuera de nuestras fronteras. Hasta Isabel Pantoja vivió sus mejores años junto a Tony, que luchó por agrandar su trayectoria musical. Desde esta tarde y hasta mañana su restos mortales permanecerán en el tanatorio del cementerio de San Isidro, y será mañana jueves por la tarde cuando reciba cristiana sepultura en el cementerio de San Justo, donde también descansa su padre y otros miembros de su familia. Con Caravaca se va a una época y un género. Sería bueno que ante su marcha muchos recordaran lo que supuso en el mundo del espectáculo y en las carreras de algunos de los más grandes como Raphael, José Vélez, Lola Flores, Rocío Jurado, Bertín Osborne…
El nombre de Tony Caravaca nunca estuvo en los focos, pero su sombra era alargada en el mundo del espectáculo. Fue el arquitecto en la sombra de algunas de las carreras más brillantes de los años 80 y 90, el hombre que hacía que todo funcionara sin que nadie notara su presencia. Representante de artistas de la talla de Isabel Pantoja, Millán Salcedo, Martes y Trece, Lola Flores y Carmina Ordóñez, su influencia en el panorama artístico español fue incuestionable. Ahora, con su muerte, se apaga una figura clave de esa época dorada del entretenimiento.
Para Charo Vega, Tony fue mucho más que un gran representante: fue su gran amor. Poco le duró la tristeza tras una relación fallida cuando encontró en él la estabilidad y la pasión de una vida compartida entre escenarios, camerinos y reuniones con artistas. Se casaron jóvenes, tuvieron dos hijos (Triana y Curro) y vivieron intensamente en un mundo donde la noche y la fama marcaban el ritmo. Durante los años que duró el matrimonio, Tony se entregó por completo a su trabajo, mientras Charo encontraba su sitio en ese mundo fascinante, moviéndose con naturalidad entre estrellas y eventos, siempre en un discreto segundo plano, pero disfrutando de cada instante. Criaron a sus hijos con el mismo amor con el que vivieron su historia, llevándolos a espectáculos y reuniones donde el arte flotaba en el aire como una herencia inevitable.
Ahora, con su marcha, queda el recuerdo de un hombre que supo ser imprescindible sin necesitar ser protagonista. Tony Caravaca fue el hilo invisible que sostuvo muchas carreras, el negociador en la sombra, el confidente de las grandes estrellas. Su legado está en cada uno de los artistas a los que ayudó a brillar y en la familia que deja atrás.