Sonsoles Ónega padece una malformación congénita: "Cada año me tengo que medir la aorta"

Sonsoles Ónega ha revelado un detalle personal sobre su salud: padece una malformación congénita que le obliga a realizar controles anuales de su aorta para prevenir posibles complicaciones graves.

Durante el evento benéfico organizado por Bodegas Protos, que este año apoya a la Fundación UAPO en su lucha contra el cáncer, Sonsoles compartió con el periodista Antonio Diéguez de la revista Hola cómo este diagnóstico ha cambiado su perspectiva de la vida y la importancia que da al cuidado personal y familiar. "Con la salud, lo hacemos todo", declaró la presentadora, visiblemente comprometida con la causa solidaria.

Una cardiopatía detectada por casualidad

Hace nueve años, en una revisión médica rutinaria, le detectaron que tenía una válvula bicúspide, una malformación congénita que afecta a la estructura del corazón. Esta condición, relativamente común, puede derivar en problemas más graves, como una dilatación excesiva de la aorta. "Cada año me tengo que medir la aorta por si hay una dilatación excesiva. Aunque sería una muerte muy dulce, porque te caes, te da un parraque y te mueres ahí en el momento", comentó con el humor que la caracteriza, pero sin restar importancia a la situación.

A pesar de la aparente gravedad del diagnóstico, Sonsoles asegura que lleva una vida normal, aunque con cuidados especiales. "Soy muy consciente de la necesidad de revisarse. En mi familia somos muy hipocondriacos, y eso también ayuda a que nos revisemos mucho. Es lo que hay que hacer, especialmente las mujeres, que a veces nos olvidamos de nuestras propias revisiones".

Un año lleno de retos y éxitos

A nivel profesional, Sonsoles celebra un 2024 repleto de logros. Su programa de televisión se ha consolidado, y su novela Las hijas de la criada ha sido un éxito de ventas. Sin embargo, la ganadora del Premio Planeta reconoce que ha sido un año exigente: "La promoción de la novela fue dura, especialmente con los viajes a Latinoamérica. Esa sensación de ir siempre a toda velocidad me ha hecho reflexionar. Aunque no sé hacerlo de otra manera, en la tele nos dejamos los cuernos".

Pese al ritmo frenético, Sonsoles sigue adelante con nuevos proyectos literarios. "Acabo de entregar el borrador de mi nueva novela, y estoy con las correcciones. Tengo muchísimas ganas de volver a las librerías el próximo año". En lo personal, se muestra feliz y serena. Sus hijos, a los que define como "buenos y estudiosos", son su mayor orgullo. Además, su relación con Juan, un financiero con el que lleva más de un año, atraviesa un momento de estabilidad y felicidad. "Nos queremos un montón y estamos genial", afirmó.

Planes para las Navidades

Con la llegada de las fiestas, Sonsoles planea tomarse un descanso para disfrutar de su familia y de una de sus grandes pasiones: escribir. "Trabajo hasta el día 27, pero después me tomaré unos días para estar con mis hijos y dedicarme a escribir. No mirar el reloj es lo que más me relaja".

Las celebraciones serán en Madrid, con su familia y con Juan. "Ya es uno más en nuestra familia", comentó entre risas. En la mesa no faltarán los platos tradicionales, como el cordero preparado por su madre y los polvorones, que confesó ser su perdición.

Cuando se le preguntó qué le pediría a Papá Noel o los Reyes Magos, Sonsoles respondió con una sonrisa: "Un poquito de tiempo para cuidarme más y estrenar la biblioteca de casa. Soy compulsiva comprando libros, y ya no me cabían más".

Propósitos para 2025

De cara al próximo año, Sonsoles tiene claro su principal propósito: "Dejar de fumar. Cuidarme y mimarme más. Escucharme más". Sin embargo, no planea casarse a corto plazo, aunque no descarta nada en el futuro: "Nunca digas de este agua no beberé. De momento, no hay necesidad".

Reflexión sobre las guerras televisivas

Sonsoles también se pronunció sobre las rivalidades entre programas de televisión, un tema que conoce bien tras haber protagonizado un enfrentamiento por las audiencias con Ana Rosa Quintana. "La competencia es sana y buena entre cadenas, pero no me gustan las guerras encarnizadas entre compañeros. Esta profesión es estrecha y corta, y los ataques personales no nos ayudan en nada".

Con esta filosofía, Sonsoles Ónega sigue demostrando su fortaleza y optimismo, afrontando cada desafío con determinación. Su malformación genética es solo una prueba más de que, con prevención y autocuidado, se puede llevar una vida plena. Para Sonsoles, la salud y el amor siguen siendo sus mayores motivos para brindar.