La hija de José Luis Gil explica la situación del actor tres años después del ictus: "Todo son incertidumbres"

José Luis Gil sufrió hace tres años un ictus que le cambió la vida. A él y a toda su familia, volcada en la lenta recuperación del actor. Desde entonces, permanece alejado de la vida pública, porque tuvo que abandonar su trabajo en la serie La que se avecina, entre otros proyectos, ya que nada ha vuelto a ser como antes.

Irene, la hija del actor, ha dado algunos detalles sobre la lenta evolución de su padre, incluso ha colgado fotos de él en varias ocasiones, puesto que a menudo reciben mensajes de seguidores que le muestran su apoyo y se interesan por la situación por la que está atravesando.

"Dentro de lo que cabe, mi padre se encuentra bien", ha dicho Irene en declaraciones a la revista Pronto. "Está tranquilo, sin novedad", ha añadido sobre la situación de su padre. "No estamos ante una ciencia exacta. En la enfermedad de mi padre no hay certezas, todo son incertidumbres", ha indicado en unas palabras que ha expresado después de que la 'Fundación Vivir dos veces' homenajease al actor.

"Estamos muy agradecidos, porque realizan una gran labor", ha dicho sobre esta organización. "Estamos preparados para morirnos, pero no para enfermar y las situaciones a las que te enfrentas, la burocracia y los trámites para acceder a cualquier ayuda son difíciles. "Esta fundación nos ha ayudado mucho a tomar decisiones. Si podemos ayudar a visibilizar sus esfuerzos, nos damos por satisfechos".

José Luis Gil se encuentra arropado y cuidado por toda su familia. "Por mi madre, mis hermanos, yo y sus nietos. Todos nos volcamos con él y estamos muy unidos", ha explicado la hija del actor de Aquí no hay quien viva y La que se avecina.

La familia está adaptada al nuevo estilo de vida que lleva José Luis Gil, apoyándolo y animándolo en todo momento. Irene afirma que "él está tranquilo" y que no hay muchos cambios en su recuperación. Sus compañeros también le han mostrado su apoyo a través de mensajes de cariño o visitándolo, como en el caso de Fernando Tejero.