Nuria Roca: "Pablo Motos está tranquilo, El Hormiguero está haciendo la mejor audiencia de su historia"

Nuria Roca lo ha hecho todo en televisión: realities, magacines, concursos, series.... La experiencia de los 30 años que acaba de cumplir ante las cámaras -empezó en 1994 en Canal 9- se reflejan ahora en La Roca y El Hormiguero, los dos programas en los que trabaja esta profesional versátil que ahora, reconoce, es más "libre" que antes. "Una de las cosas buenas que tiene la madurez es que te da igual lo que digan de ti. Eres más libre y más dueña de tu persona", nos dice la comunicadora valenciana. Los jueves habla en la tertulia de Pablo Motos y los domingos conduce las tardes de La Sexta, desde donde ha tenido que seguir, con cercanía e indignación, todo lo que ha ocurrido en su tierra tras el paso de la DANA. "Me ha afectado emocionalmente", confiesa a Informalia.

¿Qué es lo mejor y peor de trabajar en el fin de semana?

Lo peor es que no compatibilizo ese tiempo con mis hijos. Para ellos el fin de semana es tiempo libre y para mí es trabajo. Pero tiene muchas cosas buenas, como que no hay tráfico, trabajas a gusto porque no existen interferencias -todos los requerimientos son del programa- y tienes el foco puesto en La Roca. Además, te libras de muchas cosas a las que no quieres ir (Risas). En la balanza, hay más cosas positivas.

¿El fin de semana os permite hacer un programa más pausado o reflexivo?

Eso nos lo marca la actualidad. A nosotros nos encantaría tener un programa mucho más frenético, pero el fin de semana, por regla general, suele ser más relajado. Pero después de 124 domingos, te diré que pasan muchas cosas en fin de semana y nosotros tenemos en privilegio de contarlo en primer persona.

Eso se vio hace dos domingos, cuando los Reyes acudieron a Valencia.

Sí. Además tenemos la ventaja de estar en La Sexta, que es referente informativo. Cuando pasa algo gordo, nosotros nos convertimos en un lugar al que acudir para enterarte de lo que sucede, y eso es muy satisfactorio, sobre todo si te acompaña la audiencia, como ocurrió ese domingo con la visita de los Reyes a Paiporta.

Como valenciana, ¿cómo lo viviste? ¿Te ha afectado de manera especial?

Estos días parecía que porque fueras valenciana estabas autorizada a hacer cualquier reflexión, pero eso es un error. Lo que sí te permite es acercarte a un lugar que conoces bien. A mí me ha afectado emocionalmente porque la mayoría de mis amigos de la universidad son de Albal, Picassent, Paiporta, Catarroja... Tengo amigos que después de 20 días siguen sin Internet, otros que han perdido el coche, la casa... te toca mucho. Y, además, sabes que se va a tardar mucho tiempo en recuperar la normalidad.

La gente sigue muy enfadada. ¿Crees que los políticos son conscientes del nivel de enfado que hay?

La única manera real de saber el nivel de malestar es algo tan sencillo como subir a la zona afectada. Es indispensable que los políticos vayan, porque ahora son los voluntarios y las fuerzas de seguridad los que están pisando el terreno. Pero los políticos deberían estar pisando el barro y acompañar a los afectados. Si no, es imposible saber si llega o no llega la ayuda.

¿Tú crees que lo van a hacer?

No. No hay ninguna visita programada para el Gobierno, supongo que más adelante sí, porque siempre está muy bien pasearse; y tampoco estoy viendo a Mazón con los afectados, codo con codo. Le veo muy reunido, que hace falta, pero también es necesario otro acompañamiento emocional, sobre todo después de no haber estado a la altura.

En el reparto de culpas. ¿Cuál sería la responsabilidad de Mazón y del Gobierno central?

Ha habido un problema con unas consecuencias terrible. ¿Por qué no se han hecho bien las cosas? Mirémonos todos el ombligo. Y cuando digo todos, digo todos. Asumamos que las cosas no se han hecho bien.

¿Mazón tendría que dimitir?

Cuando eres el máximo responsable de una gestión donde han fallecido 220 personas, te tienes que replantear si tienes que estar al frente de ese Gobierno. Pero creo que tiene que dimitir mucha gente por este tema, no solo Mazón. Pero él es el máximo responsable Yo aún no he he escuchado de boca de Mazón pedir disculpas ni asumir responsabilidades. Y tampoco lo he escuchado del Gobierno, que también tiene parte de responsabilidad.

¿Quién más debe dimitir?

No sé, pero creo que deben dimitir personas que no han sabido estar en el momento que tenían que estar. Esto ha sido una catástrofe a nivel estatal y tengo la sensación que si el Gobierno de la Generalitat hubiese sido del mismo signo -da igual si es PP o PSOE- que el Gobierno estatal, esto se hubiera solucionado de otra manera. Y ahí es donde entran los juegos estratégicos políticos.

¿Han estado jugando unos y otros al tacticismo en un momento tan crítico?

Es una acusación tremenda pero en el fondo creo que detrás de las decisiones que se tomaron en las primeras horas existía, sin conocer la magnitud de la tragedia, un 'ya te apañarás' y un 'no te voy a pedir ayuda'. Claro que lo hay.

¿El Gobierno de Sánchez debería haber asumido la gestión?

Desde luego, si alguien es incapaz de coger las riendas de una tragedia como esta, las tendrá que coger un rango superior a nivel estatal. Es una cosa obvia.

Cambiando de tema, Nuria. 'La Roca' es el último programa de una larga carrera de 30 años en televisión que acabas de cumplir. ¿Cuál es la clave para mantenerte tres décadas en un negocio tan competitivo?

No bajar nunca la guardia, intentar hacer mejor cada día tu trabajo. Y, luego, la suerte de estar en proyectos muy interesantes. Es importante tener la inquietud de estar aprendiendo siempre y no creer nunca que has llegado al lugar, sino que estás en el camino.

¿En tu carrera ha habido más casualidad, suerte o ambición?

Va todo junto. Sin la casualidad yo no hubiera trabajado en el medio y sin la tenacidad yo hoy no estaría aquí.

¿Qué programa volverías a presentar y cuál no?

Yo creo que la mayoría los volvería a presentar, aunque no soy de segundas partes. Hay cosas que ya he hecho y tampoco necesito volver a hacerlas. A veces me preguntar si me gustaría presentar las Campanadas. Pues no, porque ya lo he hecho y no me aporta nada nuevo. Sí es cierto que hay programas que ahora retomaría, porque soy más madura y en el momento que los tuve entre manos me faltaba algo de callo.

¿Como cuál?

Cuando me puse al frente de las tardes de Telecinco [Buenas tardes, año 2000]. No es lo mismo hace 20 años que ahora, que sabes más y tienes claro las cosas que quieres hacer y las que no.

Aquel programa, que dirigía María Teresa Campos, dijiste fue uno de los momentos más complicados de tu carrera. ¿Es así?

Sí, porque el programa fue fatal. Cuando los programas van bien, todo es maravilloso; pero cuando no, todo es un desastre. He hecho más de 30 programas y ha habido de todo, unos te dejan mejor recuerdo y otros dices: 'Pues menos mal que ha terminado'.

¿María Teresa fue dura contigo?

No, simplemente no se encajó en ese momento. Duró tres meses y ya está. Es de los programas que cuando se han terminado yo he dado botes de alegría (risas).

¿Es cierto que ella quería que lo presentase Terelu Campos?

No tengo ni idea, porque no estaba a esas cosas, pero evidentemente no había sintonía para hacer ese programa y eso se traducía en que no había diálogo.

Además de María Teresa, has trabajado con otros grandes de la tele, como Chicho Ibáñez Serrador, Emilio Aragón, Ramón García... ¿Alguno te lo puso difícil?

Transformo la pregunta en positivo, aunque sé que lo negativo vende más. Cuando hice la serie Javier ya no vive solo, me fascinó la capacidad de trabajo que tenía Emilio Aragón. Es capaz de dirigir, interpretar una serie, tocar el violonchelo en el descanso, preparar una partitura... era abrumador el talento que desbordaba. Respirar eso fue muy bonito.

Últimamente compartes muchos momentos de televisión con Juan del Val. ¿Cómo has vivido el ascenso de popularidad de tu pareja?

De forma muy natural y paulatina. Como llevamos tantos años trabajando juntos, lo vives en el día a día, lo que pasa es que ahora las apariciones en televisión han sido más constantes.

¿No hay lucha d egos en casa?

¿Te imaginas? Jamás, jamás. Somos un superequipo. Eso lo tengo muy interiorizado, pero no solo en pareja, también en la televisión, porque esto es un trabajo en común. Tienes que ponerte en el lugar del otro, confiar en el de al lado y que te aporte lo mejor. Si tú haces que el de al lado brille, no es generosidad, estás siendo un pelín egoísta, porque eso va a repercutir en ti. Algún rayo te llega.

¿Qué supone para ti estar en El Hormiguero?

Ha sido muy importante en esta etapa profesional, y personal también. Estás en un lugar donde aportas y que te aporta mucho. El Hormiguero es un gran escaparate y todo lo que haces o dices tiene una repercusión máxima.

¿Te cuesta disgustos opinar de política en El Hormiguero? No sé si luego estás pendiente de lo que se dice en redes...

A mí me hace mucha gracia la gente yéndose ahora de X... Yo ya lo dejé hace años. Lo que digan las redes me da exactamente igual. Que algo te pueda coartar tu libertad de expresión me parece tan perjudicial... Una de las cosas buenas que tiene la madurez es que te da igual lo que digan de ti. Eres más libre y más dueña de tu persona.

¿Qué destacarías de Pablo Motos?

Lo conozco muy bien y desde hace muchos años. Igual que hablaba de Emilio Aragón, Pablo es algo muy parecido. Está pendiente de todo y es muy exigente, que es algo fundamental para poder llevar 19 años haciendo un programa como El Hormiguero, un formato que se estudiará en las universidades de Comunicación como un referente de la televisión. Es el alma mater de una maquinaria perfecta.

¿Cómo estáis viviendo desde dentro la rivalidad con La Revuelta de Broncano? [La entrevista se hizo justo antes de la última polémica desatada por la visita de Jorge Martín]

Mira, yo soy una friki de la televisión, a mí me encanta. Y que existan nuevas fórmulas y opciones en la televisión, me parece fantástico.

'El Hormiguero' está consiguiendo muy buenos datos. ¿Estáis contentos?

Se está haciendo la mejor audiencia de la historia de El Hormiguero y esto es como todo, te pone las pilas. El Hormiguero es un programa que cada noche emite su mejor versión.

¿Pablo Motos está tranquilo con esta situación?

Esto se lo tendrías que preguntar a él, pero ya te digo yo que sí. Existe un error que es querer hacer un programa mirando al de enfrente. Tú tienes que hacer tu programa y ya está. ¿Te imaginas que yo planteara La Roca pensando qué hacen los demás? Sería absurdo. Yo sé lo que quiero hacer, el público que tengo y el contenido que quiero aportar. A partir de ahí, tú construyes un programa de televisión. Hacerlo mirando al de enfrente es un error.

En los últimos tiempos se ha politizado hasta la televisión. Estamos ante una especie de 'dime a quién ves y te diré a quien votas'. ¿Qué te parece?

Me parece de una pobreza intelectual y de querer tener pensamiento único para todo alucinante. Creo que de la diversidad viene el enriquecimiento y si no somos capaces de admitir opciones diferentes a la nuestra, nos estamos empobreciendo. Y esto llevado a la televisión es una máxima. Somos incapaces de reconocer éxitos de otros, aciertos, y somos dados a ver solo errores en el ojo ajeno.

¿Crees que TVE fichó a Broncano para perjudicar a Pablo Motos?

No tengo ni idea. Te podría dar mi opinión, pero no te la voy a dar.