TVE defiende que los chistes de La Revuelta "no romantizan las drogas" y explica por qué todavía faltan mujeres en el programa de Broncano

La Revuelta está a punto de cumplir un mes en el access prime time de TVE. Cuatro semanas de polémica, y también buenos datos de audiencia, que han puesto a la cadena pública en el ojo del huracán ante el desembarco de un programa con un humor que en ocasiones es bastante controvertido. "Entiendo que haya público de RTVE o gente de RTVE al que le chirríe, pero el servicio público no puede ser entendido como algo aburrido y sesudo. El servicio público tiene que saber reírse de sí mismo", defendió el delegado de Contenidos de la cadena, Agustín Alonso, durante su visita al programa de la Defensora de la Audiencia, donde tuvo que hacer frente a algunas críticas y reclamaciones de los espectadores.

"Estamos sometidos al escrutinio", admitió Ricardo Castella, director y productor del programa de David Brocano, que también acudió a RTVE Responde. "Para nosotros era un reto ver si el programa podía encajar en una televisión pública, que creemos que sí, y la hora, porque nosotros estábamos acostumbrados a hablar como se hace en una casa a las 12 de la noche. Estamos aprendiendo a hablar bien. Ese es el primer objetivo. Que la gente pueda estar en su casa cenando y que no diga: ¿Pero qué dice este señor?", explicó Castella.

"Somos conscientes de dónde estamos y la hora a la que se emite el programa", manifestó uno de los responsables de La Revuelta. "Normalmente hacemos el programa más largo de lo que luego se emite. Y a veces vemos que hay cosas que correspondían a otra franja", contó Castella. Esas partes, se suprimen de la edición final y se quedan para consumo de los espectadores que cada tarde -el programa se graba horas antes de su emisión- acude al Teatro Príncipe Gran Vía a verlo en directo.

Rosa María Molló, nueva Defensora de la Audiencia de RTVE, preguntó directamente por los chistes sobre drogas que habitualmente hacen los colaboradores de La Revuelta y que han generado críticas de los espectadores. "Estamos intentando sujetar a Grison. En el programa anterior, hacía muchos chistes, que son juegos de palabras, no es incitación, porque él tenía pinta de consumir drogas, con una imagen de músico desaliñado, y ahora es como un sacerdote de hacer ejercicio y un ejemplo para los muchachos. Intentamos sujetarle porque hay una normativa que hay que respetar", explicó Castella, que sí admitió que sigue habiendo "bromas que son elípticas". El productor puso como ejemplo un chiste que se produjo recientemente. "Una persona del público me regaló una cabeza de pollo en una bolsa, que puede tener un doble sentido, pero no hay incitación". "Estamos intentando que haya menos porque hay niños mirando. Tendemos a dejar solo aquellas que no supongan una incitación", defendió. Nada dijeron, por ejemplo, del grito que uno de los colaboradores lanzó sin venir a cuento en medio del programa. "¡Farlopa!", enfatizó Sergio Bezos hace unos días.

En esta misma línea se pronunció Agustín Alonso. "Tenemos cuidado con los primeros 15 minutos porque es horario semiprotegido", dijo. En cualquier caso, el delegado de Contenidos de TVE defendió que los chistes que el programa emite son solo eso y no hacen apología de los estupefacientes. "Habría que ver si es incitación... igual algún día patinamos, y pediremos perdón, pero en general no son bromas que romanticen las drogas".

Otro de los aspectos que se abordaron en el programa fue el de la escasa presencia de mujeres. "¿Cómo lo vamos a arreglar, porque esto sí que no nos lo podemos permitir de ninguna manera?", preguntó Molló. En este caso, Alonso recordó que TVE ha mantenido el formato que antes se emitía en Movistar Plus+. "El programa viene de una cadena privada que no tiene las responsabilidades que tenemos en RTVE. Estamos en el proceso... También es verdad que es un programa que surge de la naturalidad y la improvisación con David. No es tan fácil introducir las cosas de repente, porque puede ir en perjuicio del programa", explicó Alonso cuando intentó explicar por que La Revuelta solo tiene dos colaboradoras y el resto son hombres. "Estamos en ello desde el principio. Es una pelea que hay en la comedia en general", se limitó a añadir Castella.