Televisión

Anne Hathaway y Jessica Chastain, dos 'Vidas perfectas' rotas por el instinto maternal


David Saiz

El estreno de Vidas perfectas, una película que desde este fin de semana ya está en los cines, traslada a los espectadores a los años sesenta, a través de dos amigas inseparables que representan el modelo de familia idílico de EEUU en aquella época. Celine (Anne Hathaway) y Alice (Jessica Chastain) viven puerta con puerta en un vecindario de esos en los que todo parece un remanso de paz. Además, tienen unos maridos amantísimos de los que presumen y la suerte de que sus hijos son de la misma edad y, por lo tanto, pueden hacer planes en común.

Pero esa vida con la que siempre habían soñado se desmorona cuando Max, el hijo de Céline, cae por el balcón y muere. Alice lo ve, pero no llega a tiempo de avisar a su gran amiga y se siente culpable por no haber sido capaz de frenar una tragedia que le marcará de por vida y hará saltar por los aires su relación.

En ese momento, comienza a dibujarse un complicado enfrentamiento -nunca se conoce lo suficiente a las personas, aunque vivan al lado- en el que cada una sacará el ángulo más oscuro de su instinto maternal para defender a su familia. La culpa, la sospecha y la paranoia se sitúan en el centro de esta intensa historia que está a medio camino entre el drama psicológico y el thriller, con unas pretensiones hitchockianas que se intuyen más en la forma que en el fondo.

La película aborda temas como la amistad o la maternidad y explora cómo cada uno lidiamos con el duelo y la tragedia de una manera diferente. Sobre todo, en un contexto donde la muerte de un hijo supone, además de un drama personal indescriptible, la pérdida de la condición de madre, casi la única razón por la que la protagonista cree que ha sido destinada a este mundo.

El duelo de Hathaway y Chastain

El cara a cara interpretativo de Jessica Chastain y Anne Hathaway es la base de una película que en realidad es el remake de la cinta belga Instinto maternal (Prime Video y Filmin), estrenada en 2018, que a su vez nació de la adaptación de la novela firmada por Barbara Abel.

Es la tercera vez que estas dos actrices comparten créditos en un trabajo. Ya lo hicieron en El tiempo del Armagedón (Movistar Plus+) e Interestelar (Movistar Plus+ y Max). En este caso, además de protagonistas, tienen mando en plaza como productoras. De hecho, ellas mismas eligieron al director cuando Olivier Masset-Depasse se cayó del proyecto por un problema personal. Se lo propusieron al debutante Benoît Delhomme, que en ese momento solo era el responsable de Fotografía de la película, el departamento que ha liderado toda su vida en trabajos como Van Gogh, a las puertas de la eternidad, El caso Winslow o La teoría del todo.