Televisión

Sandra Barneda y César Muñoz: "El culebrón de Carmen Borrego y su hijo lo hemos explotado bien y sin cruzar límites"


David Saiz

Sandra Barneda y César Muñoz tienen personalidades muy distintas y probablemente ese es el acierto de la pareja de presentadores de Así es la vida, cuya química se ha ido construyendo a lo largo del año que están a punto de cumplir en pantalla. "Yo soy más de mecha corta y él se piensa más las cosas, me ayuda a frenarme, pero tiene más sentido del humor", nos explica la presentadora. "Yo no soy tan achuchable como César, aunque estoy mejorando", cuenta a Informalia Barneda, que desde hace un tiempo está mucho más suelta ante las cámaras y menos encorsetada que antaño. "Llevo unos años muy buenos a nivel personal y estoy más transparente, atravesando los miedos, disfrutona, abierta con la gente... y eso se nota".

Comenzaron a trabajar sin conocerse. "Yo no hablaba nada, porque tenía enfrente a Sandra Barneda, que para mí era y es un referente", reconoce César Muñoz -o 'The boy next door' (el chico de la puerta de al lado), como le define su compañera-, para quien Así es la vida ha sido su primer programa a nivel nacional tras pasar por Telemadrid o Canal Extremadura. "Ha sido un año de mucho aprendizaje y evolución personal. El programa también ha cambiado y ahora estamos en el mejor momento".

Así es la vida comenzó siendo un espacio de actualidad y se ha convertido en un magacín de corazón puro y duro que en su emisión diaria de solo una hora de duración ha sabido generar contenido propio que ha retroalimentado al resto de programas de la cadena. El mejor ejemplo fue el culebrón de Carmen Borrego, colaboradora del espacio que produce Cuarzo, y su hijo José María, que curiosamente trabaja en este mismo formato, pero detrás de las cámaras. "Hemos tenido un buen contenido, pero creo que lo hemos explotado bien y hemos marcado el límite. Por mucho que funcionase en audiencia, no hemos pasado ningún límite", defiende la presentadora. "Se podía haber contado de muchas maneras y hemos elegido una porque era la que nos parecía la correcta y ha sido un: hasta aquí", añade César Muñoz.

¿Os imaginabais estar a punto de cumplir un año en Así es la vida?

César Muñoz: Yo no. Yo vine para tres meses y vamos a cumplir un año al final. Ni en mis mejores sueños.

Sandra Barneda: No, la tele es imprevisible e imaginar lo que pueda pasar es equivocarte. Si un programa dura, es un regalo.

Comenzasteis a trabajar juntos sin conoceros. ¿Cómo fue?

César: El día que conocía a Sandra, en una cena previa, estaba 'cagao' y no hablaba nada, porque tenía enfrente a Sandra Barneda, que para mí era y es un referente. Es muy generosa y estoy muy contento tenerla al lado.

Vuestra química ha ido mejorando. ¿Eso se ha reflejado en la pantalla?

Sandra: Creo mucho en la química y con él la tuve desde el principio. Me gusta la claridad y las buenas personas. Y él lo es. No es alguien que arrase, que vaya por detrás o se sienta amenazado. Y no hemos tenido prisa en gestar una relación.

César: ¿Cómo me voy a sentir amenazado por ti? Somos personas diferentes, pero hemos congeniado muy bien. A pesar de que puede parecer seria, en las distancias cortas Sandra es una cachonda. Nos escribimos notitas durante el directo.

¿Qué escribís?

Sandra: Cosas del programa, el entrelineado de lo que va sucediendo.

César: Vamos comentando el salseo y valoraciones de lo que pasa en plató.

Sandra, tú has dado un cambio grande. Estás más natural, relajada. ¿Va ligado a este programa?

Sandra: El cambio va ligado a cómo estoy yo personalmente. La televisión es indiscreta y capta cómo estás tú. No puedes engañar al espectador. Llevo unos años muy buenos a nivel personal y estoy más transparente, atravesando los miedos, disfrutona, abierta con la gente... y eso se nota. Así es la vida es un formato que me pilló de sopetón, estando en República Dominicana, pero me ha permitido volver al formato magacín, aunque sea corto, porque me gustaría que fuera más largo, pero tenemos un equipo genial. Y César me está dando muchas cosas y estoy aprendiendo mucho de él. Yo soy más de mecha corta. Él se piensa más las cosas, me ayuda a frenarme, él tiene más sentido del humor... creo que es una combinación muy buena y no me gustaría que terminara.

César, tú también has evolucionado mucho desde el primer día...

César: Era mi primera vez presentando un programa a nivel nacional. Ha sido un año de mucho aprendizaje y evolución personal. El programa también ha cambiado y ahora estamos en el mejor momento. A mí me gustaría seguir evolucionando y hacerlo en esta casa. Lo que intento siempre es hacerlo lo mejor posible y que la gente se lo pase bien.

Sandra: Tiene el punto del 'The boy next door', el chico de al lado, el que todas las madres quieren para sus hijos o sus hijas. Es achuchable y eso lo traslada. Yo no soy tan achuchable, aunque estoy mejorando. Lo que pretende Así es la vida es que la gente se ría con nosotros y realmente nos lo pasamos bien.

¿Cuál es el tema que menos os gusta abordar dentro del programa

Sandra: Es que no es un tema, sino cómo se enfoca. Esa portada de ISabel Pantoja y su nueva amiga, yo me sentía muy incómoda, porque se hablaba con unos eufemismos que me hacían sentir incómoda. Me generó un debate. En Mediaset hay libertad y en este programa también para sentirnos cómodos y que podamos expresarnos como somos. Pero cuando yo me enciendo, nadie me ha venido a decir nada. Me dejan expresarme. O sea que me gusta que también haya temas que no me gusten.

César: Hay temas y personajes que vienen de dos siglos más atrás y es difícil que te caigan bien, pero disfrutas arreándoles de forma más irónica o crítica y eso también es divertido.

Sandra: Cuando haces un programa en directo, se palpa la energía: días que estamos más cachondos, otros más intensos...

César: Hemos conseguido crear una familia, que cada uno de su opinión sin cortarse, porque cada uno tiene un perfil muy diferente.

¿Cómo es lidiar con Carmen Borrego y Alejandra Rubio, que son colaboradoras y personajes famosos?

Sandra: A nadie se le aprieta excesivamente porque no es nuestra filosofía. Nos gusta crear un amiente de confianza y que eso te lleve a soltar muchas más cosas que si aprietas o creas un ambiente de tensión. Ellos ya saben que tienen que hablar, pero no se les fuerza.

César: No vienen a un territorio hostil. Se tratan los temas hasta donde ellos quieren y por eso vienen más tranquilos y generosos que en otros programas.

Sandra: Todos nos respetamos aunque no coincidamos en las opiniones. Nos enfadamos un poco pero nos llevamos bien. Ese equilibrio, que es difícil porque estamos haciendo televisión, lo hemos conseguido y los colaboradores vienen cómodos y eso se traduce en que traen información, porque siendo un programa pequeño hemos dado grandes temas. Y eso ha sido por el equipo y por los colaboradores, que soy muy generosos.

César: Somos un programa pequeño pero matón.

El tema que mejor os ha funcionado es el de Carmen Borrego y su hijo, que trabaja en el programa detrás de las cámaras. ¿Cómo lo habéis gestionado?

Sandra: Hemos tenido un buen contenido pero creo que lo hemos explotado bien y hemos marcado el límite. Por mucho que funcionase en audiencia, no hemos pasado ningún límite.

César: Se podía haber contado de muchas maneras y hemos elegido una porque era la que nos parecía la correcta y ha sido un: hasta aquí.

Sandra: Creo que tenemos una responsabilidad, aunque estemos en una televisión privada. A mí no me gustaría un trato como a mí no me gustaría que me trataran y creo que es lo que hacemos aquí. Hay días que te pasas, porque la frontera es delicada, pero vuelves otra vez. La línea es otra.