Televisión

Jordi González quiere 'salvamizar' con frikis su programa para evitar el cierre pero DCorazón dejará de emitirse en julio

Jordi González propone salvamizar su fracasado programa de corazón para evitar su final

Sara Tejada

Jordi González Belart (Barcelona, 26 de septiembre de 1961) está a punto de cargarse DCorazón, un espacio que lleva más de 30 años en antena en sus diferentes versiones, si tomamos aquel Corazón, corazón de Cristina García Ramos (estrenado en 1993) como el origen de este clásico que consiste en dar un repaso amable al mundo del corazón y de la crónica social los fines de semana antes de la primera edición del Telediario. Jordi González también es un veterano, suma más años en antena que el programa que está a punto de cargarse: este estudiante de periodismo y filosofía, ganador entre otros galardones de un Premio Ondas, lleva más 45 años en antena si tenemos en cuenta que a sus 17 años ya salió al aire en Radio Popular de Reus.

El barcelonés, con luces y sombras en su larga trayectoria en radio y televisión, cuenta sus últimas incursiones televisivas en TVE por fracasos. Solo su labor como presentador del rancio pero aceptable Lazos de Sangre se salva de la debacle de audiencia que pone en evidencia la supuesta eficacia de Jordi como conductor de La Plaza o DCorazón, dos formatos que deberían estudiarse como ejemplo de todo lo malo que puede hacerse en un magacín o en un talk show. Lástima que la profesora Conchi Cascajosa no les haya enseñado los apuntes básicos que cualquier estudiante debe conocer. Pero al menos en el caso del vespertino, TVE tuvo los reflejos y el acierto de fulminar el programa de Jordi González tras fracasar de forma estrepitosa en las tardes de La 1 solo una semana y media después de estrenarse.

Mucho peor es el caso de DCorazón, engendro insufrible que mantienen contra viento y marea, aunque ya lo redujeron de duración (de hora y media a una hora) tras las primeras semanas, cuando comprobaron que los datos de audiencia no estaban acompañando. Los datos de este invento son peores que las reposiciones de programas e inferiores también a los que lograba Corazón TVE. La pobre Anne Igartiburu, reina y señora de este espacio en el que ella sola decía "hola corazones", sonreía, leía las entradillas y daba paso a vídeos sin mancharse sus manos con el cotilleo que le da de comer (pero que le horroriza), es hoy copartícipe obligada de este crimen que perpetra Jordi contra el buen gusto televisivo. Parece que llega al plató a llevarse los 1.900 euros que cobra por esa horita tonta sin saber de qué va el programa. Habla sin ganas, no es capaz de disimular su falta de entusiasmo. Lo mejor es verle para comprendernos, aunque sé que es mucho lo que pido. Lo peor es que este batacazo que está arrastrando al Telediario fin de semana de las 15 horas al abismo de la tercera plaza nos cuenta mucho más caro que el "¡hola corazones!" de Anne, cooperadora necesaria (aunque ocasional) de este desaguisado en la tele de todos pero en la que no tenemos voto. Si acaso voz.

La buena noticia es que la continuidad de DCorazón está en entredicho y aunque en TVE están como pollos sin cabeza, en la zona noble han decidido que este verano Jordi, Anne y su engendro nos dejarán. De momento, es seguro que el programa dejará de emitirse durante varias semanas por la celebración de los Juegos Olímpicos de París, que tienen lugar del 26 de julio al 11 de agosto. Y, según cuentan a Informalia, en los pasillos de la Corporación Pública se dice que podría no volver a la parrilla de La 1. tras el parón.

Lo sentiríamos por Terelu Campos, Alba Carrillo, Carmen Lomana o Pelayo Díaz. El formato no ha logrado convencer a la audiencia ni un solo día. El máximo que ha logrado el espacio no ha pasado del 7'4% de cuota de pantalla pero han tenido días de 5% de media, siendo casi cuadriplicados por La Ruleta de la Fortuna y duplicados por Socialité ,desde Telecinco. La media que pedía la cadena era un mínimo de 10% para dejar un buen dato al Telediario que ahora mismo está en mínimos.

Al principio Jordi González no le dio demasiada importancia a los datos porque nos cuentan que llegó "con mucha desgana". De hecho, en sus entrevistas previas a que empezara el programa dejaba claro que él no necesitaba este programa para vivir. Tampoco mostró (digan lo que digan de cara a la galería) ningún feeling con Anne, cabreada como una mona por tener que compartis su tesoro (eso sin contar el batacazo de su programa de baile).

Sin embargo, según nos cuentan desde dentro, en las últimas semanas el catalán ha empezado a preocuparse. González dice por ahí que él no puede permitirse vivir un segundo fracaso tras el batacazo que supuso La Plaza, que no duró ni dos semanas en las tardes de TVE. Y menos si quiere continuar trabajando unos años más, aunque en junio al menos volverá a presentar Lazos de sangre.

Quizás por eso está que echa chispas y quiere como sea levantar el formato. Fuentes de TVE muy bien informadas nos aseguran que su conexión con la dirección del programa es más bien escasa, pero él apunta más alto para las quejas y peticiones. Él quiere más protagonismo: hay que recordar que ya cobra más; él 1.900 por programa y ella, 1.700 euros), más contenido y también algunos otros colaboradores que él considera más polémicos. Lo mejor de todo es que Jordi quiere imponer colaboradores de Sálvame aprovechando su desaparición de la televisión nacional. Jordi quiere una remontada de aquí a que quiten el espacio para demostrarle a la cadena que sigue funcionando, aunque apenas tiene un mes para lograrlo.

La llegada de Jordi a Televisión Española se produjo después de un año sabático en Mediaset, antes de su marcha definitiva de esta cadena. El catalán aterrizó en la Pública gracias a su buen rollo con el director de contenidos en aquel momento, José Pablo López, que fue cesado de su cargo tras la bronca por Broncano, aunque como hemos contado hace unos días en exclusiva, sigue paseándose por los pasillos de Prado del Rey. ¿Seguirá siendo él el que ha escuchado sus peticiones? Veremos a ver cuánto tardan en ponerlas en práctica.