Televisión
Candela Peña es Rosario Porto en 'El caso Asunta': "El peor acto de una persona no define a una persona"
- Netflix estrena este viernes la esperada serie sobre el asesinato de la niña a manos de sus propios padres
- La única petición que hizo Alfonso Basterra cuando se enteró de la serie 'El caso Asunta': "No le pedí opinión"
- Candela Peña no iba a ser Rosario Porto: le ofrecieron otro personaje, pero acabó interpretando a la madre de Asunta en Netflix
David Saiz
El trabajo que Candela Peña y Tristán Ulloa hacen en El caso Asunta, la serie que Netflix estrena este viernes, es realmente impactante. Interpretan a Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres que fueron condenados a 18 años de prisión por el asesinato de su hija. Son un calco físico y han recreado esa parte personal y de pareja que se escondía en esa oscura relación que acabó perpetrando un crimen atroz que sigue siendo inexplicable.
¿Por qué aceptasteis esta serie? ¿Os lo pensasteis mucho?
Candela: Yo no. Luego lo piensas y dices, ¡madre mía! Tristán, al contrario, se animó después.
Tristán: En ese momento estaba en otra energía, y ponerme en otro género me requería tiempo. Y ese tiempo fue invertido en entender la historia, no porque no quisiera hacerlo.
¿Qué os habéis llevado como aprendizaje de El caso Asunta?
T: No se trataba de hacer lo que ya se ha hecho mil veces con esta historia. Para juzgar o decir lo que pensamos, mejor nos quedamos en casa. Nos parecía más interesante plantearnos otras cosas. ¿Somos infalibles como Estado de derecho? ¿Sabemos asumir todos nuestra responsabilidad? Tirar una piedra más en una lapidación colectiva no aportaba nada nuevo. ¿Sabemos gestionar esto como sociedad? ¿Es posible que dos personas entren a un juicio ya condenadas?
¿Y qué me llevo de esto? Poder trabajar por fin con Candela Peña (risas).
C: Hemos hecho a Rosario Porto y Alfonso Basterra, pero luego hay un personaje que es la intersección de ellos dos: sus verdades, confidencias, pactos... Todo eso había que construirlo.
Candela, te propusiste al productor de la serie para ser Rosario Porto. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
C. Yo no tenía nada claro, estaba sin trabajo y hubiera hecho lo que me ofrecieron, que era la policía [lo acabó interpretando María León]. Me reuní con el productor para hablar de ese personaje y, antes de que llegara, pregunté a mi representante si sabía a quién tenían para Rosario Porto y me dijo que me callara. A los dos minutos de hablar con el productor, pregunté y recuerdo que me dijeron que no tenían a nadie, pero nombraron a varias actrices y yo pensé, 'bueno, pues yo también podría'. Y les pregunté si podría hacer la prueba. Me la hicieron caracterizada, porque eso ha sido más del 30% del personaje.... ¡Esas pelucas! Fui inconsciente, pero me preparé muy bien la prueba.
¿Vais a ver la serie? ¿Os gusta ver vuestro trabajo?
T: Claro que la voy a ver. Antes no me pasaba y me costaba verme, pero ahora empiezo a disfrutar de mis trabajos. Hay escenas muy potentes entre Candela y yo que las tengo en la mente y el corazón y, más allá del montaje que se haya podido hacer, sé lo que viví y lo que transitamos juntos y nos lo guardamos como un tesoro para nosotros.
C: Han salido unos titulares que decían que yo no iba a ver la serie, pero lo que pasó es que vi esa escena, una muy intensa de nosotros dos [Tristán Ulloa y ella], y no tenía nada que ver con lo que yo recordaba. Pero, como yo no soy productora ejecutiva, dije: 'prefiero no verla y ya la veré cuando esto acabe, porque si no me va a dar algo'. Nunca me había pasado antes, pero es que este personaje es como 'mi tesoro' y me asusté. Pero sí, veré la serie con todo mi amor, mi familia y una fiesta. Y otro día la veré con Tristán.
¿Cómo te preparaste para el personaje de Rosario? ¿Viste con mucho detenimiento las pocas imágenes que hay de ella?
C: Mucho, pero me ha ayudado tener que hacerlo en gallego. Tenía miedo de mis dos coaches, porque que me costó tantísimo tiempo decir "Alfonso" con el tono que veréis en la serie. que había escenas en las que. por no cagarla, me callaba. Los dos personajes tenían una composición física maravillosa, son personajes de los que se podía sacar mucho, con un aspecto muy concreto. El pelo de ella, sus andares de bailarina como en posición de primera, paso corto, chiquitita… Ha sido interesante ese trabajo, hemos trabajado mucho sobre ellos.
¿Y en tu caso, Tristán?
T: Sus camisetas XL, las bermudas, las Crocs… Pillas dos o tres cositas, como las posturas de los hombros y los pies… Es difícil, porque el miedo era caer en una caricatura. Había que hacerlo en serio y sin reírte del personaje, ni mucho menos. Se trata de estar comprometido con su forma de hablar, mirar, andar y tirarse de cabeza.
C: Es increíble cómo un pequeño detalle nos ayuda mucho. En Santiago llueve mucho y esta mujer y este hombre iban siempre con chanclas de dedo ella y en Crocs él. El vestuario tiene una elección que en algo tan concreto modifica tu caminar, tu espalda y todo.
Esta serie ha creado mucha expectativa. ¿Cómo habéis afrontado todo lo que se ha hablado y lo que la gente espera? ¿Por qué creéis que nos atraen los true crime?
C: Yo bastante tengo con lo mío como para estar pendiente de la mirada ajena, lo he hecho lo mejor que he podido y ahora que lo vean como consideren. El morbo está porque el ser humano es una catapulta de echar caca.
T: Las miserias y los lados oscuros nos fascinan porque hay cosas de nosotros mismos que reconocemos ahí y nos produce pudor reconocerlo. Es una licencia que nos permite regodearnos en personajes más oscuros. Hay una fascinación por lo oscuro, no lo malo, pero sí por lo menos diáfano de nuestras personalidades.
C: El peor acto de una persona no define a una persona, todos somos mucho más que lo peor que hayamos hecho en nuestra vida. Todos tenemos miniactos despreciables o repugnantes, más o menos pequeños. Entonces, como actriz, eso pequeño lo puedes hacer grande y todos seríamos capaces de hacer cosas que jamás nos hubiéramos imaginado.
Tristan, ¿has hablado o has pensado en la posibilidad de acercarte a Alfonso Basterra?
T: Es lógico que me preguntéis, pero no sé si es importante que haya hablado con él o no. La cocina de un actor muchas veces tiene que quedarse ahí y hay cosas que prefiero quedarme para mí. Lo importante era abordar el trabajo desde el rigor y el compromiso y desde el respeto, por supuesto, a lo que haya llegado y como haya llegado forma parte de la mitología que personalmente no me interesa.
En el supuesto de que hubiera hablado con él, no me va a contar algo que no haya dicho en 10 años, ni me hubiera interesado yo en lo que pasó o dejó de pasar. A mí me interesa, como actor que va a encarnar a un personaje de carne y hueso, es saber cómo se siente un hombre al ver a su otra mitad después de dos años, cuando entran a la sala de juicio, vilipendiados por todos y sentenciados y. Me interesa saber qué sentía, cómo la mirada, cómo ella no se gira para mirarle. Que sean culpables o inocentes no me corresponde a mí, si hubiese hablado, nunca le preguntaría eso. Le habría preguntado por cómo se sentía en esas situaciones.