RTVE cierra el fichaje de Broncano tras un mes de guerra interna: 28 millones para competir contra Pablo Motos
- La cadena pública aprueba un contrato de dos temporadas por 28 millones de euros
- Moncloa impulsó el salto del showman a La 1 para desgastar 'El Hormiguero' de Antena 3'
- Broncano llega al Congreso junto a Trancas y Barrancas el día que un consejo de RTVE "caducado" confirma su fichaje
David Saiz
Fichado. Ha hecho falta un mes, cuatro reuniones agónicas y la destitución de varios directivos para que RTVE haya aprobado la contratación de David Broncano. El showman deja Movistar Plus+ y desembarca con el equipo de La Resistencia -se llamará de otra forma- en La 1 para competir contra Pablo Motos, como era el deseo de Moncloa. El acuerdo, adelantado a finales de febrero por Informalia, ha salido adelante en el consejo de administración reunido de forma extraordinaria este miércoles. También se ha aprobado la compra del programa That's my jam, un formato presentado por Arturo Valls y producido por José Miguel Contreras, y la renovación del concurso El Cazador.
Este medio se ha puesto en contacto con David Broncano nada más conocerse que había fumata blanca en Prado del Rey. "Prefiero no decir nada hasta que me lo cuentan de forma oficial y sepa los detalles", ha dicho a Informalia el presentador. "Cuando sepa algo más, ya comunicare yo mis cosas", ha añadido. "No voy a decir más, porque me estoy enterando ahora". Broncano se ha limitado a agradecer, con amabilidad, la llamada de este medio.
El fichaje de Broncano ha obtenido el voto a favor de cuatro consejeros de RTVE: Ramón Colom (PSOE), Juan José Baños (PNV), Roberto Lakidain (Podemos) y el de la presidente interina de RTVE, Concepción Cascajosa (PSOE). Elena Sánchez, expresidenta, ha vuelto a faltar a la reunión, igual que ocurrió la semana pasada. Tampoco ha delegado su voto. Los representantes del PP -Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio- se han mantenido en contra, mientras que José Manuel Martín Medem (Unidas Podemos) se ha abstenido.
Esta es la misma situación que se produjo el jueves pasado, cuando el acuerdo quedó paralizado por las "dudas jurídicas" que planteó Cascajosa ante la ausencia de Sánchez. La presidenta provisional decidió entonces pedir un informe a la Abogacía del Estado para saber a ciencia cierta qué hacer en estas situaciones, a la vista de que se pudieran repetir, como así ha sido. Aunque la mayoría del consejo de administración se establece en cinco votos, el informe de Abogacía explica que si el consejo de administración de RTVE está formado por un número par de miembros -presentes o representados- sí se admite que se haga efectivo el voto de calidad de la presidenta para resolver un empate que en este caso se ha escenificado con cuatro votos a favor frente a un grupo de otros cuatro votos (negativos y abstenciones).
Un contrato blindado para Broncano
El fichaje de Broncano por RTVE era un empeño de Moncloa, que pretende debilitar El Hormiguero de Pablo Motos, azote del Gobierno y un dolor de cabeza permanente para Pedro Sánchez. El contrato aprobado supone un acuerdo con las productoras Encofrados Encofrasa, propiedad de Broncano, y El Terrat por dos temporadas, con un presupuesto máximo de 14.076.135 euros por cada una de ellas: la que va desde septiembre de 2024 hasta junio de 2025 y la que arrancará en septiembre de 2025 y se alargará hasta junio de 2026.
La Resistencia -el programa cambiará de nombre porque es propiedad de Movistar- se emitirá en el access prime time de La 1, a las 21.45 porque, como decíamos, el objetivo es erosionar a Pablo Motos. Y esto provocará que el Telediario 2, el más importante de la cadena, vea reducida su duración un cuarto de hora para encajar el espacio de Broncano, que se alargará de 70 a 80 minutos.
La primera temporada de La Resistencia en TVE se emitirá de lunes a jueves, como El Hormiguero, y constará de unas 160 entregas. Descansará en Navidad y también podría desaparecer los días que haya fútbol u otros eventos especiales. En cualquier caso, se establece un mínimo de 155 emisiones (87.795 euros cada una), de tal manera que la facturación mínima de la productora será de 13.608.225 euros.
Las polémicas cláusulas del contrato de RTVE y Broncano
TVE se compromete a no cancelar el programa en su primera temporada, porque no establece ningún share de corte para ese periodo. El segundo año sí lo podrá mover de franja, por ejemplo llevarlo al late night, o llegar a otro acuerdo con la productora. Solo lo podrá cancelar cuando hayan pasado cuatro meses del segundo curso en caso de que no alcance el objetivo de audiencia marcado, que será de un 7,5% en el caso de que en ese momento siguiera ocupando el access, y un 8% si ya ha sido reubicado en el late night. En cualquier caso, estos datos son muy pobres porque, incluso, están por debajo de la media de la cadena (9,2% en marzo). De hecho, el 7,5% que se le exigiría a Broncano a la hora de El Hormiguero es menor que lo que La 1 logra ahora con la serie 4 estrellas y, por supuesto, es menos de la mitad de lo que hace Motos en Antena 3.
Cuatro intentos para fichar a Broncano
La primera vez que el consejo de administración se reunió para fichar a Broncano fue el 11 de marzo. Aquel día la propuesta quedó paralizada porque la propia Elena Sánchez retiró su apoyo al plan. Volvieron a reunirse el día 26 para abordarlo de nuevo, pero ese día todo estalló por los aires con la destitución de la presidenta interina después de la cesar a su director de Contenidos. En aquella ocasión, ni siquiera se llegó a tratar el contrato de Broncano, aunque era la idea inicial. Tras el nombramiento de Cascajosa como nueva presidenta provisional, el consejo se sentó por tercera vez el 4 de abril. Sobre la mesa se debatía un expediente para contratar a Broncano por dos temporadas -una menos de las tres que se propusieron en la primera versión del contrato- a razón de 14 millones de euros cada una. La ausencia de Elena Sánchez aquella mañana hizo que Cascajosa paralizase la votación y pidiera un informe a la Abogacía para dar seguridad jurídica a un acuerdo y evitar que pudiera ser impugnado en el futuro.