Televisión
Las confesiones sexuales de Loles León a sus 73 años: "Yo he roto lavadoras, he roto sillas y he roto camas"
- Afirma que ahora tiene "muchas más ganas" de "tener meneo" que cuando era más joven
- Su mesilla, dice, está "llena de cacharros" con los que autosatisfacerse
- Eva Soriano le dice adiós a Movistar Plus+: Showriano no renueva una tercera temporada
Informalia
La última entrega del programa Showriano, presentado por Eva Soriano en Movistar Plus+, ha contado con Loles León como invitada de excepción, y lo cierto es que la actriz de 73 años aterrizó en el plató con muchas ganas de cachondeo y diversión, para hacer un cierre de temporada por todo lo alto. Tan moderna y atrevida como siempre ha sido, vestida con pantalones de cuero, top de encaje negro y americana, la "chica Almodóvar" fue de lo más sugerente con su amiga Eva y le dijo nada más arrancar: "Cuando esto termine, tú y yo luego nos vamos a la cama, a echar una buena siesta, por no decir otra cosa", y tras su atrevimiento puntualizó: "Luego en Twitter dirán: 'Ay, es bollo". Pues no, pero nunca se puede despreciar nada en esta vida". Y siguió bromeando: "A mí me gustan las camas redondas, como las mesas. Y aquí nos daríamos un buen meneo", dijo mientras Eva Soriano reía sin parar ante las locuras de Loles.
Ahí empezaron una serie de confesiones sexuales que la actriz quiso compartir con los espectadores: "Yo he roto lavadoras, yo he roto sillas, he roto camas, he roto muchas cosas… Pero ahora han sacado cosas muy reforzadas y ya no puedo romper nada", dijo antes de confesar que en esta etapa de su vida ha aprendido a autosatisfacerse: "Ahora tengo rotura conmigo misma. Todo el deseo sexual que tengo ahora lo rompo conmigo misma, tengo mi mesita de noche bien completa. Ahora lo que me queda son los elementos estupendos estos de silicona", dijo la actriz, que reconoció tener "muchos cacharros" para satisfacer sus deseos.
El tema se fue caldeando, y Loles siguió compartiendo sus intimidades contando: "Y te digo una cosa, a medida que vas cumpliendo sí que es verdad que tienes que ir tomando cosas para la menopausia, para que no te falten tus hormonas y tus estrógenos, que el ginecólogo te lo manda y ya eres súper feliz y súper orgásmica. Y te vienen muchas más ganas de tener meneo que cuando estabas trabajando, con un tío que no te entendía, con los niños, sacando a ver cómo puedo llegar a este trabajo, con la lengua fuera… ahora ya no, ahora es todo 'only for you", remató.
Lo cierto es que Loles León siempre ha reconocido que "estar animadilla con una buena vida sexual es fundamental, te pone contenta", y por eso no ha dudado a la hora incluso de someterse a tratamientos para mejorar esa parte tan fundamental de su vida. Así, en 2017, confesó que se llegó a someter incluso a una regeneración vaginal con láser, "porque también nos tenemos que cuidar por dentro", expresó. Dicho tratamiento ayuda a reforzar las paredes vaginales o a reducir síntomas de menopausia como sequedad, molestias o incontinencia urinaria. Ella, dice, lo hizo para "volver a ser la mujer de siempre".
La actriz, que siempre se ha considerado "un icono sexual", ha tenido varias parejas y "amigos" a lo largo de su vida, aunque la mayoría de ellos los ha mantenido en total secreto, pues hubo una época en su vida en la que era bastante más discreta en cuanto a su vida sexual que ahora. En 1975 nació su primer y único hijo, Bertoldo Gil León, fruto de una relación con un director de teatro, y al que siempre crio como madre soltera a pesar de las dificultades que en aquella época suponía serlo, pues la actriz llegó a confesar que ni siquiera se lo admitieron en colegios públicos. Otro de sus romances conocidos, uno de los pocos que fue público, fue el que mantuvo con Juan Carlos Arroyo Urbina más conocido como Carlos Faemino, integrante del dúo humorístico Faemino y Cansado.
Sin embargo, también ha tenido otros affairs esporádicos que han pasado a la historia, como el que tuvo con Jeremy Irons en 1999 y que acabó en tragedia, pues cuando ambos iban a pasar la noche juntos en un hotel tras una cena romántica, la actriz se cayó por unas escaleras y se rompió la cadera, por lo que tuvo que ser operada y pasar varias semanas inmovilizada. Ahora, lógicamente, ni quiere oír hablar de él.