Televisión

Jordi Évole: "Pablo Iglesias no va a volver, porque está más cómodo de agitador que de vicepresidente"


David Saiz

Jordi Évole hace lo que quiere en el sitio que quiere. Ha recibido ofertas de otras cadenas, "pero estoy a gusto donde estoy". "Difícilmente encontraríamos un ejemplo de alguien tan privilegiado como yo", nos cuenta el periodista, que este domingo (21.30) vuelve a La Sexta con el primer programa -una entrevista a C Tangana- de la quinta temporada de Lo de Évole. En las próximas entregas hablará con los supervivientes de los Andes, Ana Belén o José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros. Los que le han dicho que no han sido Ayuso y Puigdemont.

"Hago solo 10 programas al año y la cadena me lo permite", explica, "pero son 10 penaltis y los tengo que meter todos, ninguno puede ir al palo". Dice que es consciente que se la juega en cada temporada -"No puedes vivir del pasado"- y que el éxito o el fracaso de un programa se palpa en la calle. "Confío más en la barra del bar que en Twitter".

¿Llevar tanto tiempo en televisión hace que te acomodes o sigues poniéndote nervioso ante un estreno y sus resultados de audiencia?

Eso no cambia. Los lunes me levanto y busco la audiencia, porque es mi obligación. Hay que dar resultados y no puedes vivir del nombre ni del pasado. Por mucho que quieras, no puedes vivir de Mediterráneo, aunque seas Serrat. Aunque hay una cosa que no falla nunca, al margen de las audiencias: que estés en un bar tomándote un café y alguien te diga algo del programa de la noche anterior.

¿Te vas al bar a comprobarlo o te fías más de Twitter [ahora X]?

Twitter es engañoso, porque hay programas que generan mucha polémica pero tienen una audiencia normal. Confío más en la barra del bar que en Twitter.

Dices que te gusta que tu programa se emita en una televisión en abierto y reivindicas las cadenas generalistas, ¿eso es porque te han intentado fichar de alguna plataforma?

Ofertas siempre hay, pero estoy muy bien donde estoy. Difícilmente encontraríamos un ejemplo de alguien tan privilegiado como yo. Hago solo 10 programas al año y la cadena me lo permite, porque yo quiero hacer pocos, pero que se distingan. Son 10 penaltis y los tengo que meter todos, ninguno puede ir al palo.

¿Y te han tentado de otras cadenas en abierto?

Este es un mercado abierto y la gente te dice cosas, pero depende de ti y de cómo lleves el Bluetooth, encendido o apagado. Yo estoy muy a gusto donde estoy. Cuando te llaman de otros sitios, siempre te alimenta el ego, pero es que estoy muy bien. Es difícil igualar el bienestar que tengo.

Has hecho trabajos puntuales para alguna plataforma, ¿notas que trabajar con ellas es diferente?

Hemos trabajado con las plataformas (HBO, Netflix, Disney) a través de mi productora, pero yo no noto la diferencia. Yo me tomo la televisión lineal muy en serio y quiero que tenga la misma calidad que cualquier producto de una plataforma. No podemos pensar que los productos buenos están en el streaming. Reivindico la televisión lineal de toda la vida que hace que la gente se ponga a ver un programa a una hora. Tiene su atractivo.

Cumples cinco años en 'Lo de Évole', ¿estás haciendo el programa que querías hacer cuando empezaste?

Sí, porque al principio estaba muy perdido. Sabía que tenía que dejar Salvados, pero no tenía claro lo que debía hacer después. La pandemia nos enseñó que en las conversaciones más íntimas me sentía muy a gusto y por eso fuimos por ahí. La entrevista a Pau Donés también fue un antes y un después para mí.

Cuatro, rival de La Sexta, está recuperando programas de reportajes para fortalecer su parrilla y mejorar su audiencia. ¿Qué te parece?

De algunos programas de la competencia me declaro admirador, como el programa de Alejandra Andrade, y me da igual que esté en Cuatro. Y si Cuatro está mejorando su audiencia, pues bienvenido sea, porque si recuperamos audiencia para la televisión lineal con buenos formatos es bueno para todos. No voy a criticar a nadie de la competencia por apostar por más programas de reportajes. Eso sí, recomiendo los de La Sexta, porque son infinitamente mejores [Risas].

Una de tus entrevistas más sonadas fue a Pablo Iglesias. Ahora que se cumplen los 10 años de Podemos, ¿tu programa podría ser el sitio para que Yolanda Díaz debata sus diferencias con Pablo Iglesias o Ione Belarra?

Fíjate que sale la duda. ¿A quién ponemos? ¿A la que ejerce de secretaria general o al que...? Creo que es muy difícil ser Pablo Iglesias. Podemos supuso algo insólito para la trayectoria democrática de este país. Colocar un partido a la izquierda del PSOE es un pelotazo que luego te pasa una factura increíble y a él le ha ocurrido eso. Además, ha sido de los políticos más maltratados por parte del sistema mediático español. Como ciudadano, le agradezco que tuviese la valentía de tirarse a un ruedo tan chungo y lleno de pirañas como es el de la política española. Ha salido con heridas de consideración, porque se lo han puesto muy difícil. En otros momentos, ha cometido eso que en el tenis se llama 'errores no forzados'.

¿Crees que va a volver a la primera línea?

Creo que no va a volver. Se lo pasa muy bien con su canal y va a postar por ello, porque es lo que le apetece hacer. Es más comunicador y agitador que vicepresidente. Está más cómodo del lado de la agitación que del de la gestión.

Hablaste con Macarena Olona en la temporada pasada y te hizo un spoiler de lo que ahora está ocurriendo en Vox...

Le gané una cena. Aposté que se presentaría a las elecciones y me dijo que no. Y aún me debe una cena, espero que me la pague. Me provoca alegría ver cómo está Vox ahora mismo. Ver cómo entre ellos se están destrozando. Poco a poco se les está cayendo la careta de lo que son, y hablo de los dirigentes, no de los votantes: intolerantes, racistas, gente retrógrada y tóxica para la vida diaria. Me parece que es bueno que los ciudadanos vean la auténtica cara de la ultraderecha, que es de los peores males. Y me alegra que en España, a pesar de lo que ha pasado en Italia o Francia, se haya parado esa ola ultraderechista y que hoy en día no esté gobernando Vox. No olvidemos que si las elecciones del 23J hubiesen ido de otra manera, ahora podríamos tener de ministro a Ortega Smith.

¿Qué pronóstico haces para esta legislatura que depende de la amnistía? ¿Será larga o corta?

El PSOE ha arrancado la legislatura pisando el acelerador de manera muy loca. Todo se irá recolocando, y si consiguen hacer una legislatura larga -Junts no se lo va a poner fácil- va a seguir habiendo partido. No creo que las cosas estén ahora más desempatadas que el 23J, a pesar de la ley de amnistía. Lo que sí veo es que hay una enorme diferencia de carisma entre los dos líderes principales. Sánchez está demostrando unas dotes carismáticas que no se las veo a Feijóo.